Note14. Hyppolite, J. “Génesis y estructura de la Fenomenología del Espíritu de Hegel”. Ed. Península, Barcelona, 1977. P. 156
Note15. Ibidem.
Note16. Hegel, G. “La Fenomenología del Espíritu”. Ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1987. P. 63.
Note17. Ibidem. P 70.
Note18. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 83.
Note19. Cf. Hegel, G. Ob. Cit. P. 73.
Note20. Hegel, G. Ob. Cit. P. 71.
Note21. Ibidem.
Note22. Cf. Hegel, G. Ob. Cit. Pp. 75-76.
Note23. Ibidem. P. 76.
Note24. Ibidem. P. 77.
Note25. Hegel, G. Ob. Cit. P.77. Materia libre es una expresión habitual en la ciencia natural de la época de Hegel, y corresponde a dominaciones como, lo calórico, la sapidez, lo cúbico, etc.
Note26. Hyppolite, J. Ob. Cit. Pp. 97-98.
Note27. El “también” que reúne todas las determinaciones, es el puro universal o el médium, es la coseidad que reúne las propiedades. Cf. Hegel, G. Ob. Cit. Pp. 76-77.
Note28. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 78
Note29. Hegel, G. Ob. Cit. P. 79. (Los corchetes son míos.).
Note30. Cf. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 107
Note31. Hegel, G. Ob. Cit. P. 80.
Note32. Hegel, G. Ob. Cit. P. 84.
Note33. Hegel, G Ob. CIT. P. 85. (Los corchetes son míos.).
Note34. Aufheben viene del verbo alemán Aufhebung, que significa simultáneamente ‘superar’ y ‘conservar’, pero también ‘cancelar’ y suprimir’. Es decir, une dos significados opuestos: conservar y suprimir, razón por la que es idóneo para expresar el movimiento propio de la dialéctica hegeliana, y consiste en el proceso de negación de una realidad para dar lugar a otro aspecto en el cual, no obstante, se sigue conservando el primero. De esta manera se guarda a la vez lo superado perdiendo sólo su inmediatez, pero sin que por ello quede anulado o desaparezca por completo. La noción misma de guardar ya incluye dentro de sí algo negativo: sacar algo de su inmediatez, y por tanto de una existencia abierta a los influjos interiores, para mantenerlo. Esta noción de la superación tiene, pues, dos sentidos: equivale a guardar, mantener y, al mismo tiempo, poner fin, suprimir. El doble sentido de la Aufhebung significa en el sistema hegeliano la aniquilación que efectúa la razón de la determinación finita y muestra en ella el doble carácter de ser, a la vez, su contrario, y que éste es, a su vez, la determinación en su originariedad abstracta. Con ello la primera noción resulta reflexionada en sí misma, y la nueva noción que surge recoge el elemento de la contradicción, su punto de partida y el desarrollo de la dialéctica implícita en dicha nueva noción. De esta manera la superación expresa el momento de síntesis de los opuestos, es decir, es la unidad que subyace a la oposición y la permite. Frente a la mera negación del entendimiento, la razón aniquila las determinaciones finitas mostrando que cada cosa es, a la vez, su contraria, y mientras el entendimiento concibe la negación como estable y fija, la razón supera las oposiciones para llegar a una síntesis en la cual lo suprimido es, simultáneamente, conservado. Véase y Cf. Hegel, G. La Ciencia de la Lógica. Pp. 97-98. Ed. Solar/Hachette, Buenos Aires, 1968.
Note35. Hegel, G. Ob. Cit. P. 87.
Note36. Ibiden. P. 88.
Note37. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 113.
Note38. Ibidem.
Note39. Ibidem
Note40. Hegel, G. Ob. Cit. P. 89.
Note41. Cf. Ibidem. P. 89
Note42. “La esencia de la esencia es manifestarse y la manifestación es manifestación de la esencia”. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 115.
Note43. Hegel, G. Ob. Cit. P 90.
Note44. Hegel, G. Ob. Cit. P. 91.
Note45. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 116.
Note46. Hegel, G. Ob. Cit. P. 92.
Note47. Ibidem.
Note48. Cf. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 117.
Note49. Ibidem.
Note50. Hegel, G. Ob. Cit. Pp. 92-93.
Note51. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 117.
Note52. Cf. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 118.
Note53. Hegel, G. Ob. Cit. P. 94. (El corchete es mío)
Note54. Cf. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 109.
Note55. Cf. Hegel, G. Ob. Cit. P. 96.
Note56. Hegel, G. Ob. Cit. P. 96.
Note57. Ibidem.
Note58. Ibidem.
Note59. Hegel, G. Ob. Cit. P. 97.
Note60. Ibidem.
Note61. Hegel, G. Ob. Cit. P. 98.
Note62. Cf. Hegel, G. Ob. Cit. P. 98.
Note63. “Según la ley de este mundo invertido, lo homónimo del primero es, por tanto, lo desigual de sí mismo y lo desigual de ese mundo es asimismo desigual a sí mismo o deviene igual a sí”. Hegel, G. Ob. Cit. P. 98.
Note64. Ibidem. P 99.
Note65. Ibidem.
Note66. Cf. Hyppolite, J. Ob. Cit. P 126.
Note67. Cf. Hegel, G. Ob. Cit. P. 100. Lo que aquí trata de explicar, es lo que más tarde expone en su Ciencia de la Lógica, en el primer capítulo, como la relación dialéctica entre el ser y la nada, en la cual el ser es, pero en tanto que la nada es un no-es, no quiere decir, con esto, que el ser es y la nada no es, como uno por un lado, y lo otro por otro lado, sino que uno es en tanto que el opuesto es. Nos dice Hegel en la Fenomenología: en la diferencia que es interna, algo es opuesto de algo que le es opuesto; lo otro es dado inmediatamente en él mismo. Indudablemente, coloco lo contrario del lado de acá y del lado de allá lo otro, con respecto a lo cual es lo contrario; por tanto, pongo lo contrario de un lado, en y para sí sin lo otro. Pero cabalmente al tener aquí lo opuesto en y para sí es lo contrario de sí mismo o tiene ya de hecho inmediatamente lo otro en él mismo, los términos desdoblados (escindidos) de la diferencia interna o absoluta, son por tanto, en y para sí mismos, cada uno de ellos un contrario de otro, por donde, el otro se anuncia ya al mismo tiempo que él. Dicho en otros términos, cada término no es el contrario de otro, sino sólo el contrario puro, de este modo, es en él mismo lo contrario de sí. Cf. Hegel, G. Ob. Cit. P. 101. (El subrayado es mío.).
Note68. Hegel, G. Ob. Cit. P. 101. En efecto, al ser esta unidad algo negativo, algo opuesto [tal como nos referimos en la nota anterior], se pone justamente como lo que tiene en sí misma la oposición. En consecuencia, las diferencias entre la escisión [los términos desdoblados de la diferencia interna] y el llegar a ser igual a sí mismo no son más que el movimiento de suprimirse o superarse [Aufheben]. Cf. Hegel, G. Ob. Cit. P. 101.
Note69. Ibidem.
Note70. Cf. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 128.
Note71. Hegel, G. Ob. Cit. P. 103.
Note72. Ibidem. P. 103-104. (El subrayado es mío.).
Note73. Ibidem. P. 108- 107.
Note74. Ibidem. P. 107.
Note75. Cf. Ibidem.
Note76. Hegel, G. Ob. Cit. P. 107.
Note77. Ibidem. P. 108. (El corchete es mío).
Note78. Cf. Kojeve, A. “La dialéctica del amo y el esclavo en Hegel”. Ed. Fausto. Buenos Aires, Argentina. P. 18.
Note79. Hegel, G. Ob. Cit. P. 108.
Note80. Cf. Kojeve, A. Ob. Cit. P. 54 - 55
Note81. Hegel, G. Ob. Cit. P. 108.
Note82. Ibidem. P. 109.
Note83. Cf. Hyppolite, Ob. Cit. P.139.
Note84. No es una diferencia de la cosa misma o un modo de ser contradictorio, sino sólo una diferenciación de los momentos de la infinitud dentro o constituyente de algo.
Note85. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 146.
Note86. Hegel, G. Ob. Cit. P. 111. (El corchete es mío).
Note87. Cf. Kojeve, A. Ob. Cit. P. 55.
Note88. Hegel, G. Ob. Cit. P. 112.
Note89. Cf. Kojeve, A. Ob. Cit. P. 11.
Note90. Ibidem.
Note91. Hegel, G. Ob. Cit. P. 112. (El corchete es mío).
Note92. Hegel G. Ob. Cit. P. 113. (El corchete es mío).
Note93. Cf. Kojeve, A. Ob. Cit. P. 14.
Note94. Como además también se puede extrapolar este desear el deseo a lo que otros desean, como objetos no naturales o biológicamente importantes, ya sea un premio, derrotar a tu enemigo, etc.
Note95. Cf. Kojeve, A. Ob. Cit. P. 15.
Note96. Ibidem.
Note97. Hegel, G. Ob. Cit. P. 113.
Note98. Se entiende en este caso, ya que, son muchas, o mejor dicho, son todos los seres humanos [autoconciencias] posibles en esta vida universal o mundo.
Note99. Hegel, G. Ob. Cit. P. 115. “Cuando dos ‘primeros’ hombres se enfrentaron por primera vez uno no vio en el otro más que un animal, peligroso y hostil, al que se trataba de destruir,y no un ser autoconciente que representaba un valor autónomo”. Kojeve, A. Ob. Cit. P. 18.
Note100. Hegel. G. Ob. Cit. P. 115
Note101. Kojeve, A. Ob. Cit. P. 19.
Note102. Cf. Hegel,. G. Ob. Cit. P. 114.
Note103. Hegel, G. Ob. Cit. P. 114.
Note104. Cf. Ibidem.
Note105. Hegel, G. Ob. Cit. P. 114. (El corchete y el subrayado es mío)
Note106. Cf. Hegel, G. Ob. Cit. P. 114.
Note107. Cf. Kojeve, A. Ob. Cit. P.20.
Note108. Hegel, G. Ob. Cit. P. 115.
Note109. Este mundo que nos es ‘extraño’, debe ser negado, transformado, combatir para realizarse en él, pero sin ese mundo, fuera de ese mundo el hombre no es nada. Cf. Kojeve, A. Ob. Cit. P. 22.
Note110. Hegel, G. Ob. Cit. P. 116.
Note111. Suprimir dialécticamente significa suprimir conservando lo suprimido, es decir, el movimiento que realiza el doble significado de la palabra Aufhebung, que fue comentado y explicado en la nota 53 del capítulo anterior. Podemos agregar, para recontextualizarla, que la entidad suprimida dialécticamente es anulada en su aspecto contingente, pero ella es conservada en lo que tiene de esencial. Estando de esta manera mediatizada por la negación, ella es sublimada o elevada a un modo de ser más ‘comprensivo’ y comprensible que aquel de su realidad inmediata de dato puro y simple, positivo y estático que no es el resultado de una acción creadora.Cf. Kojeve, A. Ob. Cit. P. 23.
Note112. Cf. Hegel, G. Ob. Cit. P. 117.
Note113. Cf. Kojeve, A. Ob. Cit. P. 16.
Note114. Hegel, G. Ob. Cit. P. 117.
Note115. Cf. Hegel, G. Ob. Cit. P. 117.
Note116. Hegel, G. Ob. Cit. P. 117.
Note117. Cf. Hegel, G. Ob. Cit. P. 117.
Note118. Hegel, G. Ob. Cit. P. 117. (Los corchetes son míos).
Note119. Hegel, G. Ob. Cit. P. 118. (Los corchetes son míos).
Note120. Ibidem.
Note121. Ibidem. (Los corchetes son míos).
Note122. Cf. Kojeve, A, Ob. Cit. P. 26.
Note123. Hegel, G. Ob. Cit. P. 118.
Note124. Ibidem. P. 119.
Note125. Ibidem.
Note126. Cf. Kojeve, A, Ob. Cit. P.27.
Note127. Cf. Hegel, G. Ob. Cit. P. 119.
Note128. Hegel, G. Ob. Cit. P.
Note129. Cf. Kojeve, A, Ob. Cit. P.27.
Note130. Hegel, G. Ob. Cit. P. 119.
Note131. Ibidem.
Note132. Ibidem. (El corchete es mío).
Note133. Ibidem.
Note134. Ibidem.
Note135. Ibidem. (Los corchetes son míos.).
Note136. Kojeve, A, Ob. Cit. P. 30. (Los corchetes son míos.).
Note137. Cf. Kojeve, A, Ob. Cit. P. 30.
Note138. Hegel, G. Ob. Cit. P. 119.
Note139. Kojeve, A, Ob. Cit. P. 30. (El corchete es mío.).
Note140. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 160.
Note141. Cf. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 160.
Note142. Kojeve, A, Ob. Cit. P. 31.
Note143. Hegel, G. Ob. Cit. P. 120. (Los corchetes son míos.).
Note144. Ibidem. (Los corchetes son míos.).
Note145. Ibidem.
Note146. Cf. Kojeve, A, Ob. Cit. P. 32.
Note147. Hegel, G. Ob. Cit. P. 120. (Los corchetes son míos.).
Note148. Cf. Kojeve, A, Ob. Cit. P. 32.
Note149. Hegel, G. Ob. Cit. P. 120. “La coseidad ante la que temblaba el esclavo es eliminada y lo que aparece en el elemento de la coseidad es el puro ser para sí de la conciencia. El ser en sí, el ser de la vida no está ya separado del ser para sí de la conciencia, sino que por medio del trabajo la autoconciencia se eleva hasta la intuición de ella misma en el ser”.Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 160.
Note150. Cf. Hyppolite, J. Ob. Cit. P. 160.
Note151. Hegel, G. Ob. Cit. P. 121.
Note152. Ibidem.
Note153. “En el señor, el ser para sí es en ella un otro o solamente para ella; en el temor, el ser para sí es en ella misma; en la formación el ser para sí deviene como su propio ser para ella y se revela a la conciencia como es ella misma en y para sí”. Hegel, G. Ob. Cit. P. 121.
Note154. Ibidem.
Note155. Ibidem. (Los corchetes son míos.).
Note156. Ibidem. (El corchete es mío.).
Note157. Cf. Kojeve, A, Ob. Cit. P. 33.
Note158. Kojeve, A, Ob. Cit. P. 33.
Note159. Cf. Kojeve, A. Ob. Cit. Pp. 36-37.
Note160. Rheinisch-westalliche der wissenschaften, Hamburg, 1976.
Note161. Jenenser Realphilosophie I (1803-4). Ed. Hoffmeister, Leipzig, 1932. P. 238. En Marcuse, H. “Razón y revolución: Hegel y el surgimiento de la teoría social”. Ed. Alianza, Barcelona, 1971. P. 81.
Note162. Cf. Löwith, K. “De Hegel a Nietzsche. La quiebra del pensamiento en el siglo XIX. Marx y Kierkegaard”. Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1974. P. 371.
Note163. “La mera actividad es pura mediación, movimiento; la mera satisfacción del ansia es pura aniquilación del objeto. El trabajo mismo como tal no sólo es actividad, sino actividad reflexionada en sí, producción, […] la producción es contenido también en cuanto ella es lo querido. Enla herramienta o en el campo labrado, preparado, poseo la posibilidad, el contenido como un contenido general. Por eso la herramienta es un medio superior al fin del ansia, que es singular; abarca todas esas singularidades”. Hegel, G. “Filosofía Real”. Ed. Fondo de Cultura Económica, México D. F., 1984. P.169.
Note164. Marcuse, H. Ob. Cit. P. 81.
Note165. Löwith, K. Ob. Cit. P. 371.
Note166. Marcuse, H. Ob. Cit. P. 81.
Note167. Jenenser Realphilosophie I (1803-4). Ob. Cit. P. 237. En Löwith, K. Ob. Cit. P. 372.
Note168. “La existencia, el ámbito de las necesidades naturales, es en el elemento del ser en general un conjunto de necesidades; las cosas que sirven a su satisfacción son elaboradas; su interna posibilidad general es sentada como algo externo, como FORMA. Pero esta elaboración es ella misma múltiple, es la conciencia que se convierte en las cosas. Pero en el elemento de la generalidad no puede sino convertirse en un trabajo abstracto. Son muchas las necesidades. Y es la abstracción de las imágenes generales la que asume, trabaja esta pluralidad en el yo; pero se trata de un dinamismo formativo propio. El yo que es para sí es abstracto; pero está trabajando. Ahora bien, en definitiva también su trabajo es abstracto. Las necesidades en general son analizadas en sus múltiples partes; lo abstracto en su movimiento es el ser-para-sí, el hacer, trabajar. Como sólo se trabaja para la necesidad como ser-para-sí abstracto, sólo se trabaja en abstracto: tal es el concepto, la verdad del ansia [Begierde] que existe aquí. Cada individuo singular // es aquí singular y por tanto trabaja para una necesidad; el contenido de su trabajo va más allá de su necesidad, trabaja para las necesidades de muchos; y así cada uno. Cada uno satisface, por tanto, las necesidades de muchos y la satisfacción de sus muchas necesidades particulares es el trabajo de muchos otros. Puesto que su trabajo es este trabajo abstracto, se comporta como yo abstracto o él en el modo de la coseidad; no como espíritu amplio, rico, de amplias miras, que domina un gran ámbito y es dueño de él, que no tiene un trabajo concreto, al contrario: su fuerza consiste en el análisis, la abstracción, la descomposición de lo concreto en muchos aspectos abstractos. Su mismo trabajo se hace totalmente mecánico o pertenece a una determinidad múltiple; pero, cuanto más abstracto se hace, tanto más es sólo la actividad abstracta y así está en condiciones de sustraerse al trabajo y sustituir la actividad propia por la de la naturaleza exterior; le basta con el mero movimiento y éste lo encuentra en la naturaleza exterior, o el puro movimiento es precisamente la relación entre las abstractas formas del espacio y el tiempo, la abstracta actividad externa: la máquina”. Hegel, G. Filosofía Real. Ob. Cit. Pp. 183-184. (El corchete es mío.).También en la Filosofía del Derecho § 198. “Lo universal y objetivo del trabajo reside sin embargo en la abstracción que ocasiona la especificación de los medios y las necesidades, que por lo tanto también especifica la producción y produce la división del trabajo. El trabajo del individuo se pone así más simple y mayor la habilidad en su trabajo abstracto, así como mayor la cantidad de su producción. Al mismo tiempo, esta abstracción de la habilidad y de los medios completa y hace totalmente necesaria la dependencia y relación recíproca de los hombres para la satisfacción de sus necesidades. La abstracción del producir hace además que el trabajo sea cada vez más mecánico, y permite que finalmente el hombre sea eliminado y ocupe su lugar una máquina”. Hegel, G. “Principios de la Filosofía del Derecho”. Ed. Edhasa, Barcelona, 1988. P.273.
Note169. Jenenser Realphilosophie I (1803-4). Ob. Cit. P. 239. En Löwith, K. Ob. Cit. P. 372.
Note170. Cf. Marcuse, H. Ob. Cit. P. 82. “Lo único que cuenta en la distribución del producto del trabajo es el ‘trabajo universal y abstracto’. ‘El trabajo de cada uno es, con respecto a su contenido, universal para las necesidades de todos’. El trabajo tiene ‘valor’ sólo como ‘actividad universal’ (Allgemeine Tätigkeit): su valor está determinado por ‘lo que el trabajo es para todos, y no por lo que es para el individuo’.” Marcuse, H. Ob. Cit. P. 81. Jenenser Realphilosophie I. P. 238.
Note171. Cf. Löwith, K. Ob. Cit. P. 372.
Note172. Cf. Löwith, K. Ob. Cit. P. 373.
Note173. Marcuse, H. Ob. Cit. P. 82.
Note174. Cf. Löwith, K. Ob. Cit. P. 373.
Note175. Ibidem.
Note176. Ibidem.
Note177. Cf. Notas. Nº 772. Löwith, K. Ob. Cit. P. 589
Note178. Löwith, K. Ob. Cit. P. 373. “Entre esta pluralidad de resultados abstractos del trabajo tiene que darse, pues, un movimiento que los convierta a su vez en la necesidad concreta, es decir, de un singular, necesidad que a su vez pertenece a un sujeto el cual tiene otras muchas. El juicio que las analizó, las disponía frente a sí como abstracciones determinadas; su generalidad, a la que asciende, es la igualdad de las mismas o el valor. En éste son lo mismo; este valor mismo como cosa es el dinero. La vuelta a la concreción, a la posesión es el cambio”. Hegel, G. “Filosofía Real”. Ed. Cit. P. 184.
Note179. Jenenser Realphilosophie I (1803-4). Ob. Cit. P. 239. En Löwith, K. Ob. Cit. P. 374
Note180. Cf. Jenenser Realphilosophie II (1805-6). Ed. Hoffmeister, Leipzig, 1931. P. 254. En Löwith, K. Ob. Cit. P. 374. Véase también Hegel, G. “Filosofía Real”. Ed. Fondo de Cultura Económica, México D. F., 1984. Pp. 218-219-220.
Note181. Cf. Ibidem.
Note182. Cf. Hegel, G. “ Principios de la Filosofía de Derecho”. § 196-197. Ob. Cit. 272.
Note183. Cf. Hegel, G. Ob. Cit. § 197. Pp. 272-273.
Note184. Löwith, K. Ob. Cit. P. 376.
Note185. Cf. Ibidem. Véase y Cf. Hegel, G. Ob. Cit. § 195. § 240 al 245. § 290. § 301 al 303.
Note186. Cf. Yunes, M. “Renovar la lectura de Marx”. En “Socialismo o Barbarie”. Argentina, 2ooo. P. 23.
Note187. Fuente histórica. Cf. Ortega, A. “La noción contemporánea del subdesarrollo. Marx y Weber”. Bibliotheque Electronique des Estudiants. Bibelec, 1997-1998. P. 3-4.
Note188. Cf. Fromm, E. “Marx y su concepto del hombre”. Ed. Breviarios del Fondo de Cultura Económica, México, 1971. P.36. (Los corchetes son míos.).
Note189. Ibidem. P. 37.
Note190. Marx, K. “Manuscritos: economía y filosofía”. Ed. Alianza, Madrid, 1993. P. 155.
Note191. Marcuse, H. Ob. Cit. P. 115
Note192. Cf. Fromm, E. Ob. Cit. P. 38.
Note193. Fromm, E. Ob. Cit. P. 40. Véase la conversación de Goethe con Eckermann, del 29 de Enero de 1826.
Note194. Goethe, J. “Importante resultado obtenido por una sola palabra ingeniosa”. Vol. 4º, pp. 444 sq. Cf. Las cartas de y a Hegel, II, 248. En Löwith, K. Ob. Cit. P. 27. También en Fromm, E. Ob. Cit. P. 38. “[…] conoce al mundo sólo dentro de sí mismo y tiene conciencia de sí mismo sólo dentro del mundo”. Goethe, J. Ibidem.
Note195. Cf. Fromm, E. Ob. Cit. P. 41-45.
Note196. Fromm, E. Ob. Cit. P. 49.
Note197. Para Marx “[…] el trabajo y el capital no eran en absoluto […] únicamente categorías económicas; eran categorías antropológicas, imbuidas de un juicio de valor enraizado en su postura humanista”. Fromm, E. Ob. Cit. P. 50.
Note198. Marx, K. “El Capital”. Tomo I, p. 130. En Fromm, E. Ob. Cit. P. 51.
Note199. Cf. Fromm, E. Ob. Cit. P.52-53.
Note200. Fromm, E. Ob. Cit. P. 53.
Note201. Cf. Marcuse, H. Ob. Cit. P. 268-269.
Note202. Marx, K. Ob. Cit. P. 105.
Note203. Cf. Astrada, C. “Hegel y Marx. Trabajo y alienación en la Fenomenología y en los Manuscritos”. Ed. Siglo Veinte, Buenos Aires. P. 37
Note204. Marx, K. Ob. Cit. Pp. 105-106.
Note205. Marx, K. Ob. Cit. P. 106.
Note206. Ibidem.
Note207. Si en un comienzo, en la parte dedicada a Hegel, éste postula que el poner la vida en el objeto es algo positivo, pues la conciencia del siervo, el trabajador, se hace amo del objeto con lo cual llega a tener conocimiento del mismo, pudiendo elaborarlo y transformarlo, deviniendo con eso su propia elaboración y formación, y en última instancia deviniendo autoconciencia. Ahora, en la realidad del trabajador analizada por Marx no es así, ya que en el momento de producir un objeto éste no le pertenece a él, y por lo tanto, la vida puesta en el objeto no le pertenece a él, sino al objeto. “El hombre enajenado que cree haberse convertido en amo de la naturaleza, se ha convertido en esclavo de las cosas y las circunstancias, en apéndice impotente de un mundo que es, al mismo tiempo, la expresión congelada de sus propias facultades”. Fromm, E. Ob. Cit. P. 63.
Note208. Marx, K. Ob. Cit. P. 106.
Note209. Cf. Marx, K. Ob. Cit. P. 107.
Note210. Marx, K. Ob. Cit. P. 107.
Note211. Ibidem.
Note212. Ibidem. “La enajenación del trabajador en su objeto se expresa, según las leyes económicas, de la siguiente forma: cuanto más produce el trabajador, tanto menos ha de consumir; cuanto más valores crea, tanto más sin valor, tanto más indigno es él; cuanto más elaborado su producto, tanto más deforme el trabajador; cuanto más civilizado su objeto, tanto más bárbaro el trabajador; cuanto más poderosa es la obra, más débil es el trabajador, cuanto más rico espiritualmente se hace el trabajo, tanto más desespiritualizado y ligado [esclavo] a la naturaleza queda el trabajador”. (El corchete es mío.). Ibidem.
Note213. Marx, K. Ob. Cit. P. 108. (Los corchetes son míos.).
Note214. Ibidem.
Note215. Ibidem
Note216. Ibidem .Marx explica la enajenación del trabajo, primero, en la relación del obrero con el producto de su trabajo, y segundo, en la relación del obrero con su propia actividad, nos dice Marcuse a propósito de aquello, lo siguiente: “El obrero en la sociedad capitalista produce bienes. La producción de bienes en gran escala requiere capital, es decir, grandes cantidades de riqueza utilizadas exclusivamente para promover la producción de bienes. Los bienes son producidos por empresarios independientes privados con el fin de obtener una venta provechosa. El obrero trabaja para el capitalista, al cual entrega, a cambio de un salario contractualmente fijado, el producto de su trabajo. Mientras más produce el obrero, mayor es el poder del capital y menor los medios que el obrero tiene de apropiarse de su producto. El trabajo se convierte así en víctima del poder que él mismo ha creado”. Marcuse, H. Ob. Cit. P. 271.
Note217. Marx, K. Ob. Cit. P. 109.
Note218. Cf. Ibidem. “Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que como tan pronto como no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste”.
Note219. Ibidem. (Los corchetes son míos.).
Note220. Ibidem. (Los corchetes son míos.).
Note221. Cf. Marx, K. Ob. Cit. P. 109.
Note222. Marx, K. Ob. Cit. P. 110.
Note223. “El término ‘ser genérico’ está tomado de Das Wesen des Christentums de Feuerbach. Feuerbach utilizaba esta noción al establecer una distinción entre la conciencia en el hombre y en los animales. El hombre tiene conciencia no sólo de sí mismo como individuo sino de la especie humana o esencia humana”. Fromm, E. Ob. Cit. P.109.
Note224. Cf. Marx, K. Ob. Cit. P. 110.
Note225. Naturaleza inorgánica o cuerpo inorgánico, como se verá más adelante, se refiere a todo el reino amplísimo de lo no humano y necesitado de humanización. Sobre ella proyecta el hombre su actividad, es decir, la actividad que corresponde a su propia esencia, que es por ello actividad universal, trabajo.
Note226. Marx, K. Ob. Cit. P. 110.
Note227. Cf. Marx, K. Ob. Cit. P. 111.
Note228. Véase nota 25.
Note229. Ibidem.
Note230. Ibidem.
Note231. Lo que quiere decir Marx con “carácter de una especie”, es “[…] la esencia del hombre, es lo que es esencialmente humano, y lo que el hombre realiza, en el proceso de la historia, mediante su actividad productiva”.Fromm, E. Ob. Cit. P. 45.
Note232. Marx, K. Ob. Cit. P. 112. (Los corchetes son mío.).
Note233. Cf. Marx, K. Ob. Cit. P. 112. En la “[…] adaptación de la Naturaleza inorgánica a las necesidades de la especie humana así como en la creación práctica de un objetivo, el hombre demuestra que es un ser especifico consciente, esto es, un ser que se comporta con relación a la especie como a su propio ser, o sea, que exhibe su comportamiento con relación a sí mismo como ser específico”. Astrada, C. Ob. Cit. P. 40.
Note234. Marx, K. Ob. Cit. P. 112.
Note235. Cf. Marx, K. Ob. Cit. P. 112.
Note236. Cf. Fromm, E. Ob. Cit. P. 112.
Note237. Cf. Marx, K. Ob. Cit. P. 112.
Note238. “La enajenación o extrañamiento significa, para Marx, que el hombre no se experimenta a sí mismo como el factor activo en su captación del mundo, sino que el mundo (la naturaleza, los demás y él mismo) permanece ajeno a él. Están por encima y en contra suya como objetos, aunque puedan ser objetos de su propia creación. La enajenación es, esencialmente, experimentar al mundo y a uno mismo pasiva, receptivamente, como sujeto separado del objeto”. Fromm, E. Ob. Cit. P. 55.
Note239. Marx, K. Ob. Cit. P. 113. “[…] los individuos están aislados y enfrentados entre sí. Se relacionan unos con otros más bien a través de los bienes que intercambian, que a través de sus personas. La enajenación del hombre con respecto a sí mismo constituye a la vez un extrañamiento con respecto a todos los demás hombres”. Marcuse, H. Ob. Cit. P. 274. El análisis que efectúa Marx del trabajo en el sistema capitalista de producción es, pues, un análisis profundo, que va más allá de la estructuras de las relaciones económicas, hasta el contenido humano efectivo. Relaciones tales como entre el capital y el trabajo, el capital y la mercancía, y las mercancías entre sí son comprendidas como relaciones humanas, relaciones de la existencia social del hombre. Cf. Ibidem. P. 273.
Note240. Cf. Marx, K. Ob. Cit. P. 114.
Note241. Marx, K. Ob. Cit. P. 114.
Note242. “El hecho de que una forma particular de vida social sea ‘negativa’ no le impide tener cualidades progresistas. Marx subrayó con frecuencia que el modo capitalista de trabajo tuvo un carácter claramente progresista en el sentido que hizo posible la explotación racional de todo tipo de recursos materiales, incrementó la productividad del trabajo y emancipó una multitud de capacidades humanas desconocidas hasta entonces. Pero el progreso en la sociedad de clases no implica un aumento en la felicidad y la libertad. En tanto no sea abolida la forma de trabajo enajenado, todo progreso seguirá siendo más o menos técnico y entrañará métodos más racionales de producción y una dominación racional del hombre y de la naturaleza. Con todas esas cualidades, el progreso lo que hace es agravar la negatividad del orden social, lo cual pervierte y restringe las fuerzas del progreso técnico. De nuevo en esto Hegel tenía razón: el progreso de la razón no es el progreso de la felicidad”. Marcuse, H. Ob. Cit. P. 433-434.
Note243. Cf. Marx, K. Ob. Cit. P. 115.
Note244. Ibidem.
Note245. Marx, K. Ob. Cit. P. 115.
Note246. Marx, K. Ob. Cit. P. 116.
Note247. Ibidem. “Al decir ‘propiedad privada’, tal como se utiliza aquí y en otras ocasiones, Marx no se refiere nunca a la propiedad privada de los objetos de uso (una casa, una mesa, etc.). Marx se refiere a la propiedad de las ‘clases propietarias’, es decir, del capitalista que, como posee los medios de producción, puede contratar al individuo carente de propiedades para que trabaje para él, en condiciones que aquél se ve obligado a aceptar. La ‘propiedad privada’, en el lenguaje de Marx, se refiere siempre a la propiedad privada dentro de la sociedad de clases capitalista y, en consecuencia, a una categoría social e histórica”. Fromm, E. Ob. Cit. P. 44.
Note248. Ibidem.
Note249. Fromm, E. Ob. Cit. P. 116.
Note250. Fromm, E. Ob. Cit. P. 53.
Note251. Marx, K. Ob. Cit. P. 117.
Note252. Cf. Ibidem.
Note253. Astrada, C. Ob. Cit. Pp. 48-49.
Note254. Marx, K. “El Capital”. Tomo III, Vol. II. Cap. 48, pp. 951-952. Fondo de Cultura Económica, México. En Astrada, Ob. Cit. Pp. 49-50. Si atendemos bien a la cita notamos que la solución a la producción indiscriminada, a la dominación de la producción por una “potencia ciega”, es similar a la expuesta por Hegel en los manuscritos de Jena. Véase p. 52 en esta tesis.
Note255. Cf. Astrada, C Ob. Cit. P. 35-36. “El trabajo humano es el lugar y el momento en que el Espíritu Absoluto obtiene conciencia de su trabajo como proceso indefinido de su autodesarrollo”.Ibidem.
Note256. Cf. Marcuse, H. Ob. Cit. Pp. 119-122.
Note257. Ibidem. P. 112.
Note258. En esta tesina p. 45. Cf. Kojeve, A. Ob. Cit. P. 36-37
Note259. Löwith, K. Ob. Cit. P. 387-390.
Note260. Cf. Marx, K. Ob. Cit. P. 34.
Note261. Ibidem. P. 169.