A lo largo de la historia, el hombre por su condición humana ha dependido de
la movilidad para su subsistencia. Esta movilidad en particular el
desplazamiento ha sido clave en el desarrollo evolutivo de las razas. Cada
una de estas en los distintos periodos de tiempo han resuelto este
movimiento de las maneras más variadas, tanto autónomamente como con la
ayuda de sistemas mecánicos dando cuenta de una situación global de
cultura y periodo histórico.
Estos sistemas de desplazamiento no han sido excluyentes, sino que se han
ido desarrollando paralelamente, abriendo posibilidades de variación y
evolución de los mismos. Es aquí donde participa un factor importante y que
será determinante en la elección del sistema; este factor es la distancia. Hoy
en día cada sistema de desplazamiento está ligado al tramo que debe cubrir,
y a la morfología de cada territorio, determinante físico de la trayectoria a
desarrollarse entre dos puntos. A medida que las distancias aumentan, se
incrementan también tiempos y costos en los desplazamientos.
Caso particular de esta situación es nuestro país, donde la relación de
distancias entre el largo y el ancho es extremadamente opuesta. Cubrir así
una distancia de dos localidades ubicadas a lo ancho, difícilmente igualará la
cobertura de otras dos ubicadas en dirección norte sur.