Abstract | dc.description.abstract | La reforma Integral de la Salud pretende generar una red asistencial eficiente y eficaz en el que los distintos actores (nivel primario, secundario y terciario) logren brindar al público usuario oportunidad y accesibilidad para que la persona, familia y comunidad tengan acceso a una salud satisfactoria.
Dicha red tiene como fundamental actor la “Atención primaria de salud” (APS), en especial lo que se refiere a la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad. Esto significa que “Los establecimientos que conforman la atención primaria de salud deberán constituirse en el elemento central de la ejecución del Modelo, y en ellos deberá resolverse sobre el 80% de las necesidades de atención de la población. Para ello deberán dotarse de la infraestructura, tecnologías diagnósticas y terapéuticas, insumos, medicamentos y sobre todo recursos humanos en cantidad, tipo y calidad suficientes y apropiados” (1).
La importancia de la APS es que ésta es la puerta de entrada al sistema de salud lo que se traduce en “un primer contacto (atención); continuidad (permanencia del vinculo entre el profesional y la persona); integralidad (la atención de la persona debe ser relacionada con su contexto) y coordinación entre los integrantes del equipo la institución y la comunidad” (2).
En busca de esa integralidad se inicia en APS, en el año 1992, una modificación que pretende transformar los Consultorios a Centros de salud, que cómo su nombre lo indica pone como centro, la salud, y no la enfermedad y en ese marco, la prevención y promoción y no la curación o dicho de otra manera: prevención primaria (promoción y protección de la salud) , prevención secundaria (curación) y prevención terciaria (rehabilitación). Esto implica un cambio en el enfoque de lo biosico-medico a lo biosico social. | |