Abstract | dc.description.abstract | Este trabajo busca entender los principales elementos que explican el cierre del Programa Chile Emprende, que entre los años 2004 y 2010, a través de la cooperación y acuerdos público-privados generó ambientes y condiciones para potenciar, desde abajo hacia arriba, el desarrollo económico de la micro y pequeña empresa en diversos territorios de Chile. Para esto se incorporaron conceptos de descentralización, participación organizada de la ciudadanía y actuación coordinada de servicios públicos y actores privados, con la finalidad de capturar y concretar más y mejores oportunidades de negocio y empleo para cada territorio.
Desde una perspectiva investigativa, basada en la revisión y análisis de documentación oficial y actas del directorio del programa, complementado con revisión de prensa, testimonios, entrevistas y comunicación directa con informantes clave, se trabajó para adentrarse en la complejidad de las organizaciones públicas y recoger buenas prácticas de gerencia social, planteándose dos preguntas de investigación: ¿Cómo se construye el programa Chile Emprende en su etapa de expansión y consolidación? y ¿Por qué, si el programa fue bien diseñado y era coherente con todas las señales respecto de construcción de valor, terminó cerrándose? A través de ellas, se conduce la construcción de un pormenorizado relato de la experiencia, que recoge fallas y aciertos que permiten indagar entre otros, el rol de los gerentes públicos frente a iniciativas de coordinación, descentralización y participación, en que su figura o de la institución por ellos representada, puede ser cubierta por el éxito o fracaso del colectivo.
A partir del relato, que en sí va entregando pequeñas lecciones respecto de la gestión de programas colaborativos, se desprenden tres conclusiones. En primer lugar, es posible avanzar en la descentralización de decisiones y en la participación local efectiva, como herramientas para mejorar el impacto y calidad de las políticas públicas, para ello se requiere es voluntad política. En Segundo término, para alcanzar lo anterior y así generar un mayor valor público, es imprescindible la capacidad de colaboración e interacción entre altos directivos públicos, ya que su debilitamiento es identificado como una importante causal de fracaso. Como tercera constatación, se refuerza la importancia de la etapa de implementación de una política pública como un proceso de negociación, donde los intereses de los actores son más o menos útiles para alcanzar los fines y objetivos establecidos, generándose en torno a ellos los acuerdos que finalmente serán refrendados por todos los actores.
En la línea de los aprendizajes, para enfrentar mejor preparados los permanentes ajustes que suelen producirse en los equipos de gobiernos y que podrían considerarse debilidades en el caso de Chile Emprende, se identificó la necesidad de poseer una planificación de largo plazo conocida por todos los actores; contar con un sistema de control de la gestión bien sustentado y adecuado a la realidad de la intervención, además de un sistema de monitoreo, evaluación y mejora continua tanto del diseño como de las prácticas de gestión. | |