Abstract | dc.description.abstract | Con un ritmo apresurado se ha instalado en el último tiempo, al menos en la doctrina, la conciencia que un clima de colaboración entre los distintos actores sociales es mucho más beneficioso en orden a alcanzar el desarrollo económico social. Este clima traería como consecuencia un mayor apoyo de todos los sectores alrededor de las medidas que se pudieren adoptar, en consideración a que estas fueron fruto del trabajo conjunto de variados estamentos sociales. A este clima de colaboración es a lo que se ha dado por llamar “Diálogo social”, entre otras varias denominaciones. Además de poseer una definición no muy exacta el contenido mismo del diálogo social no ha sido completamente delineado, lo que lejos de ser una desventaja, se convierte en una virtud ya que es posible darle al diálogo social un carácter flexible, lo que se condice con la propia naturaleza del estado de apertura a la discusión y a los acuerdos que propicia el diálogo social. Sin embargo existen varias precisiones en torno a él. Según la O.I.T. para que exista es necesario en primer lugar que concurran los actores necesarios, es decir una adecuada organización de trabajadores y empleadores y que estos posean además adecuada información para poder dialogar. Se requiere también la voluntad política y compromiso de los involucrados, respeto de la libertad sindical y un apropiado marco institucional donde esto pueda desarrollarse.
Es el primer punto donde nos detendremos al señalar que los actores que involucra el diálogo social son los trabajadores, debidamente organizados y representados, los empleadores de la misma manera y el Estado. Este último no siempre actúa directamente, puede hacerlo, como también puede ser un agente que propicie los encuentros entre empleadores y trabajadores, y siempre deberá participar al menos proveyendo las condiciones necesarias para que se produzca el diálogo y los acuerdos, ya sea propiciando un clima adecuado, como suministrando de las herramientas necesarias, sean legales o de otro tipo.
Es sin embargo en los trabajadores donde pondremos nuestra mirada en el presente trabajo, introduciéndonos en las modalidades que la representación de los trabajadores, la que podemos decir es de dos clases, unitaria y sindical, para luego ver el panorama comparado en cuanto al tema y terminar por estudiar la situación chilena.
Estimamos de importancia el estudio de semejantes instituciones con el objeto de establecer los sistemas representativos que mas convengan, pues como dijimos es necesario contar con una adecuada representación para lograr que el diálogo social de sus frutos y produzca desarrollo tanto en lo social como en lo económico | |