Abstract | dc.description.abstract | En los últimos años se ha hablado de un “boom” del cine chileno, que se refiere al
auge que ha tenido la industria cinematográfica en Chile, en comparación con las
décadas anteriores. Las películas han tenido cada vez más promoción, se habla de ellas
tanto en los medios como desde el mundo intelectual, se exhiben las películas por la
televisión, se hacen dvds y secciones especiales sobre cine chileno en revistas y tiendas
de arriendo, y se ha ido revirtiendo el miedo a pagar una entrada en el cine para ver un
“producto nacional”.
Este lugar protagónico que ha ido tomando el cine chileno, así como su cada vez
mayor consumo masivo, junto con la formulación de nuevas políticas culturales de apoyo
a la industria audiovisual por parte del Estado chileno, resitúan la importancia del cine
nacional como artefacto cultural y como dispositivo imaginario de nuestra sociedad,
abriéndose como una temática que debe ser investigada con mayor profundidad.
En este trabajo se pretende analizar, desde un enfoque antropológico, cómo se
manifiesta y se reinterpreta la imagen del país en lo que convencionalmente se entiende
como cine no documental o de ficción, que tengan amplia difusión comercial y consumo
masivo. Esto quiere decir que se intenta analizar cómo se expresa el imaginario colectivo
sobre la nación en películas chilenas que se han destacado especialmente dentro de la
producción nacional de los últimos años.
La perspectiva de esta investigación supone una aproximación al cine comercial
nacional como una fuente de imágenes (re)construidas sobre la realidad sociocultural
chilena. Estas imágenes constituyen cierta manera de narrar lo nacional, mediante
representaciones que interpelan al público masivo, posibilitándoles el reconocimiento y su
proyección. Así pues, se entenderá que el cine comercial, como parte de la cultura de
masas, media la comunicación de lo real con lo imaginario, representando la realidad
experienciada y relatando una ficción en la cual el espectador se identifica y se
proyecta, facilitando el sentimiento de pertenencia a un colectivo.
A partir de lo anterior, se intenta asimismo desprender una reflexión sobre los
relatos nacionales vigentes, explorando en qué puede consistir actualmente nuestra imagen de nación, es decir, qué se entiende por “chileno”. Suponemos que esta imagen
o “identidad nacional” no está dada de manera inmutable, sino que es un proceso
histórico, una construcción social y una producción cultural. Creemos que la identidad
colectiva es pues una forma de narrar una sociedad sustentada en imaginarios colectivos,
representaciones sociales que, sin llegar a ser elementos conscientes y reflexivos, ayudan
a dar cuenta de la realidad social y sirven para comunicar y compartir visiones del mundo
y de la vida. En este sentido, “lo típico chileno” es un relato aprendido y reinterpretado
continuamente.
Este imaginario colectivo acerca de lo que es Chile ha sido recreado y
reformulado por políticos, intelectuales y artistas a lo largo de su historia, a partir de la
selección de ciertos elementos significativos de nuestra realidad sociocultural. A través de
la escuela, la literatura y los distintos medios de comunicación, se han comunicado
distintas representaciones sobre nuestra sociedad. En este contexto, el cine ha pretendido
también representar al público, interpelarlo para lograr su identificación con la imagen
propuesta, por lo que debe ser coherente con las representaciones vigentes en el
imaginario social.
Si bien no es el único medio por el que se logra la recreación de la imagen
nacional, diversos estudios han explorado cómo en Latinoamérica el cine ha mediado
vital y socialmente en la constitución de la experiencia cultural, teatralizando las prácticas
cotidianas, dándole una imagen y una voz a la identidad nacional. Como nos dice
Martín-Barbero, al cine la gente va a verse en una secuencia de imágenes, que más que
argumentos le entrega gestos, rostros, modos de hablar, y caminar, paisajes, colores.
Muchas veces, al permitir al pueblo verse, lo nacionaliza. Esto se debe a que la
identificación con una imagen común, con sentidos comunes, suele permitir al público de
cine la posibilidad de sentirse y entenderse como perteneciente a un colectivo, en este
caso, una nación determinada.
A lo largo de la investigación veremos cómo el relato nacional que tiene mayor
preponderancia dentro del cine chileno de este período (1997-2004) es el que dice
relación con la “cultura popular” del país. Esto quiere decir que la imagen de la nación
que construyen y proyectan los cineastas de este periodo se refiere principalmente a un
Chile que subyace y se expresa en el mundo popular, en su estética particular y en sus
prácticas cotidianas específicas. Dentro de este trabajo se exploran las imágenes recurrentes de los mundos cinematográficos chilenos, imágenes que se posicionan como
íconos constituyentes del mundo nacional visible... la representación de lo chilenopopular. | es_CL |