Abstract | dc.description.abstract | La Patagonia Chilena es una de las regiones más naturales del planeta, como
consecuencia de sus condiciones climáticas. A macroescala, se localiza en el Cinturón de los
Vientos del Oeste y bajo predominio constante de las masas de aire y frentes polares por lo
que registra máximos de precipitaciones líquidas y sólidas y campos de hielo, que
constituyen una de las más importantes reservas de agua dulce en el Hemisferio Sur. A
mesoescala, se trata de la zona en que la Cordillera de los Andes alcanza el Océano Pacífico a
través de acantilados montañosos, fiordos y canales, presentando nieves permanentes y gran
cantidad de glaciares. Cada uno de los paisajes de la Patagonia registra condiciones
topoclimáticas que favorecen la conservación de la naturaleza y limitan las acciones
antrópicas. Los cambios climáticos implican una significativa reducción de las precipitaciones
y aumento de las temperaturas, elevación de las líneas de nieve, y por lo tanto, retroceso
glaciar. Como consecuencia se están registrando importantes desajustes ambientales,
caracterizados por deglaciación, inundaciones inusuales, olas de calor, pérdida de humedad
de los suelos y transformaciones de las cubiertas vegetales. Las presiones climáticas sobre los
usos y coberturas de las tierras están obligando a modificaciones en las prácticas productivas,
a lo que se debe agregar el interés de las empresas transnacionales por utilizar recursos
hídricos estratégicos en generación de electricidad. La potenciación de los cambios globales
y la globalización económica están amenazando la existencia de la Patagonia chilena, sin que
existan estrategias de adaptación adecuadas. | en |