Abstract | dc.description.abstract | Este estudio intenta superar las limitaciones derivadas de las
imágenes mas convencionales y habituales de los mapuches,
como un grupo étnico rural y marginal urbano. Los autores tratan
de restituir la heterogeneidad y complejidad en las
representaciones de este pueblo. Para esto se consideran dos
aspectos: el de la actividad política de los mapuche en sus
comunas, principalmente a través de la presentación de
candidaturas en las elecciones municipales, y el de su presencia
política y cultural en Internet. Asimismo se examinan los límites y
riesgos con que se encuentran estas dos formas de participación
política. En el primer caso, el acceso al poder comunal se ve
fuertemente mediado por el sistema partidista. En el segundo, el
ingreso a redes de comunicación mundial y la circulación de
imagenes y discursos en dichas redes, se ven en importante
medida condicionadas por un imaginario de lo indígena que
tiende a lo convencional y lo esquemático.
Nuestra imagen de la sociedad mapuche ha quedado en muchos
aspectos obsoleta y resulta demasiado incompleta para
comprender las transformaciones que experimenta actualmente la
mayor "étnia" del país. En el sentido común, y también en parte en
los estudios sobre los mapuches, estos aparecen hasta inicios de
la década pasada como un país, y articuladas por lazos de
parentesco y múltiples vínculos ceremoniales, ya sean religiosos o
mágicos.(2)
En el ámbito urbano, que fue tardiamente considerado por las
investigaciones(3), los mapuches constituirían los mas pobres de los
pobres, trabajando en oficios de 'asesoras del hogar', las mujeres,
y de panaderos, los hombres.
Este artículo pretende mostrar que, si bien esas representaciones
se refieren a fenómenos existentes, son insuficientes para permitir
aprehender la complejidad y la diferenciación interna que se ha ido
generando en el seno del pueblo mapuche, especialmente en sus
niveles locales.(4) La sola realidad urbana de este pueblo no tiene
parangón con el pasado, como tampoco los diversos planos donde
se da la lucha por el reconocimiento: campesino, étnico y
etnonacional.(5) Los actuales conflictos por la tierra han
sobrepasado hace ya una decada los límites reduccionales y hoy
se articulan, en muchos casos, en demandas locales o regionales
(pehuenches, lafkenches, etc). Por otro lado, se ha ido
fortaleciendo una capa de profesionales mapuches sensible a los
requerimientos materiales de las comunidades e integrada a
diversas instituciones de la sociedad chilena.(6) Este segmento,
mayoritariamente, busca potenciar la identidad cultural mapuche,
destacando dentro de el los poetas y un número importante de
intelectuales volcados a la cuestión cultural y política.
Las condiciones que han favorecido esta nueva situación son
diversas y pueden ser ubicadas en distintos ámbitos, ya sea
nacionales o internacionales. Tienen un fuerte impacto en el ámbito
regional, especialmente por el dinamismo que impone el modelo de
desarrollo neoliberal, sobre todo su acentuación en lo primario
exportador. En ese nivel, la modernización ha conllevado una serie
de cambios económicos estructurales. Entre ellos, los más
importantes son la expansión forestal, que sustituye los cultivos tradicionales como el trigo y a la ganadería, y la mayor
concentración urbana, que ha producido una suerte de
desterritorización de lo mapuche, pero a la vez de reterritorización
via compra de tierras por CONADI. Menos visible ha sido la
constitución de nuevas formas de propiedad relativas, al subsuelo y
a las riberas de ríos, lagos y de mar.(7) Los conflictos que esto ha
generado con las comunidades mapuches han marcado la
problemática mapuche de la última década. Institucionalmente, el
cambio mas relevante ha sido la regionalización y el traspaso de
competencias a los municipios.
En lo nacional, los gobiernos de la Concertación inauguraron una
política de reconocimiento del mundo indígena que propone la
valoración de la diversidad cultural y étnica del país. Su expresión
legal es la ley 19.253 (1993), donde no sólo se reconocen las
etnias originarias, sino que, además, se señala en sus principios
generales como "deber de la sociedad en general y del Estado en
particular, a través de sus instituciones respetar, proteger y
promover el desarrollo de los indígenas, sus culturas, familias y
comunidades".(8) Pero, sin duda, la gran transformación radica en
el cambio en el papel del Estado y su relación con el mercado. El
Estado ha dejado de ser el centro de la modernización, que ha
pasado al mercado. La tensión entre ambas instancias ha sido
evidente en los actuales conflictos indígenas, dando a ellos un
caracter distinto al pasado. Aquí reside otra marca de la época.
En el plano internacional existe, por un lado, una creciente
sensibilidad positiva hacia la causa de los 'pueblos indígenas', lo
que ha permitido el apoyo y la difusión de sus luchas; por otro, en
los organismos internacionales se han elaborado una serie de
instrumentos legales que legitiman las luchas emprendidas por los
pueblos originarios.
Todo lo dicho nos muestra la enorme complejidad que adquiere hoy
dia la temática étnica; por ende, también las dificultades que
representa su análisis. Nos interesa abordar aquí un aspecto
central de dicha complejidad, el de las transformaciones de la
sociedad mapuche en sus relaciones con el mundo chileno
no-mapuche. Se trata de transformaciones políticas en el sentido
amplio de lo político como el conjunto de formas simbólicas y
prácticas de construcción de un orden colectivo; en este caso, de
un nuevo orden en las relaciones interétnicas.(9) Bajo esta
acepción, debería incluirse también el problema del movimiento
mapuche y de los llamados conflictos étnicos. Sin embargo, no lo
hemos considerado aquí, en parte porque ha sido abordado en
otros estudios, y en parte porque normalmente se le da mayor
énfasis a este tipo de expresiones políticas de la sociedad
mapuche, dejando en un segundo plano aquellas otras que
emergen o se sitúan preferentemente en el espacio público local o
regional. Un espacio público, a su vez, mas complejo y diferenciado
de lo que era en el pasado, donde se articulan lo local, lo regional,
lo nacional y lo globalizado.
Hay dos aspectos que trataremos: la presencia mapuche dentro de
la dinámica política regional y la incursión en el plano de la
comunicación virtual, concretamente Internet. En el primer caso,
nos interesa examinar de que modo los mapuches estan asumiendo
su vinculo con el espacio local (y, secundariamente, regional); en el
segundo, como se transforman los modos de representación,
valoración y comunicación intra y, sobre todo, interétnica, más allá
de la oralidad y las formas convencionales de escritura. Examinar
lo que esta en juego en ambos fenómenos contribuirá a construir
una nueva y más rica representación de la sociedad y la política
mapuche contemporánea. Por tratarse de una temática nueva,
debe advertirse el caracter preliminar del análisis aquí propuesto. | en_US |