Enfermedad de chagas crónica: estrés oxidativo y miocarditis chagásica asociada a la persistencia parasitaria
Author
dc.contributor.author
Valenzuela, L.
Author
dc.contributor.author
Barría, C.
es_CL
Author
dc.contributor.author
Sepúlveda, S.
es_CL
Author
dc.contributor.author
Galanti Garrone, Norbel
es_CL
Author
dc.contributor.author
Cabrera, G.
es_CL
Admission date
dc.date.accessioned
2014-12-19T03:30:35Z
Available date
dc.date.available
2014-12-19T03:30:35Z
Publication date
dc.date.issued
2010
Cita de ítem
dc.identifier.citation
Avances en Ciencias Veterinarias. Vol. 25, No. 1-2 (2010)
en_US
Identifier
dc.identifier.uri
https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/122589
Abstract
dc.description.abstract
La enfermedad de Chagas es una patología descuidada, de presentación crónica
con un alto impacto social y que actualmente afecta a 8 millones de personas en los países
endémicos de Latinoamérica. Esta es una infección de por vida, también conocida como
Tripanosomiasis Americana, causada por el parásito protozoario Trypanosoma cruzi. La
transmisión de esta enfermedad se produce a través de un insecto triatomino que se
alimenta de la sangre de un mamífero, luego deposita sus fecas con tripomastigotes, que
son la forma infectiva y no replicativa del parásito, los cuales ingresan al interior del
mamífero principalmente a través de la herida que produce el parásito en la piel. Una vez
dentro del organismo, los tripomastigotes invaden los macrófagos y es dentro de ellos que
se transforman en amastigote, que es la forma replicativa intracelular. Luego de varias
replicaciones, los amastigotes se transforman nuevamente en tripomastigotes, los cuales
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invaden corazón, ganglios y otros tejidos. Los tripomastigotes sanguíneos son ingeridos por
el mismo u otro insecto triatomino, y a nivel del intestino medio del vector se transforman
en epimastigotes, que es la forma replicativa no infectiva. Estos parásitos se multiplican
activamente; posteriormente, los epimastigotes se mueven al intestino posterior donde se
diferencian a la forma infectiva de tripomastigotes metacíclicos.
La mortalidad y morbilidad de la enfermedad de Chagas se debe principalmente a
procesos crónicos que llevan a la disfunción de los sistemas cardicaco y digestivo.
Considerando que un tercio de personas infectadas con T. cruzi desarrollan una enfermedad
crónica grave con un daño irreversible al corazón (que en última instancia conducen a falla
cardiac y muerte del paciente), es crucial comprender los mecanismos que conducen a la
presentación de esta patología.
Se han sugerido numerosos mecanismos para explicar la patogénesis de la
enfermedad cardiaca de Chagas. Actualmente está emergiendo un nuevo consenso que
indica que la persistencia del parásito es el principal factor para el desarrollo de la fase
crónica de esta enfermedad. La respuesta del hospedero a la infección persistente de T.
cruzi, involucra la generación sostenida de ROS/RNS mediante células inflamatorias y la
disfunción mitondrial en el corazón, la cual conduce a la presentación de estrés oxidativo a
largo plazo, tanto del tejido cardiaco como de los parásitos que se encuentran al interior de
las células cardiacas. ROS/RNS son sustancias altamente reactivas y generan diversas
lesiones en el DNA como modificaciones de base, quiebres de cadena, entre otros. Si este
daño en el DNA no es reparado, las células gatillan el proceso de apoptosis. Por lo tanto,
para establecer la persitencia del parásito en el corazón y otros tejidos tisulares, T. cruzi
debe reparar su propio DNA dañado activando moléculas que reparan el DNA para
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asegurar la sobrevida parasitaria en el hospedero llevando a la presentación de la fase
crónica de la enfermdad de Chagas.
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