El castigo de escribir (o el impulso asesino de crear)
Author
dc.contributor.author
Valladares, Jaime Andrés
Admission date
dc.date.accessioned
2014-12-15T14:03:38Z
Available date
dc.date.available
2014-12-15T14:03:38Z
Publication date
dc.date.issued
2010
Cita de ítem
dc.identifier.citation
Derecho y Humanidades, No 16 vol. 1, 2010, pp. 387-393
en_US
Identifier
dc.identifier.uri
https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/126760
Abstract
dc.description.abstract
Escribir es un castigo porque el escritor se vuelve transparente, vulnerable; no ante sí
mismo, sino ante los demás. Escribir nos cuesta la alegría, invita a la soledad e imparte la angustia,
pues crea y recrea nuevos mundos a partir de los tormentos a que la existencia obliga. La poesía y el
arte como expresiones máximas del sentir del ser humano, sea a través de la transformación de lo real
a lo onírico, sea mediante expresiones aforísticas carentes de preámbulos; serán los que envuelvan en
sí el tema del castigo como una constante en la creación artística: el castigo de ser, de sentir, de
escribir, de leer, de sufrir, de doler. El pintor se desangra a través de colores oscuros; el escultor lo
talla en una imagen indecisa; y el poeta lo emula en la creación de mundos constantemente en pugna.
Sin embargo en el castigo de escribir se encuentra el desahogo; y se transforma en una revelación en
contra del dolor. Aunque el acto de escribir sea un castigo opresivo y asfixiante, es para el poeta lo
único que evita que estalle en mil pedazos.