Abstract | dc.description.abstract | En nuestro país, los productores caprinos, especialmente de leche y queso; se concentran mayoritariamente entre la IV, V y Región Metropolitana, representando el 90% del total (Manterola, 1999). Tradicionalmente, esta producción ha estado alejada de principios modernos de producción y sanidad, lo que ha provocado desconfianza en sus productos. A esto se suman las nuevas exigencias de los consumidores, que se basan en patrones de conducta más complejos, ligados a preocupaciones sobre temas de medio ambiente, condiciones laborales de los trabajadores y bienestar animal. Una respuesta a las exigencias de los consumidores es la posibilidad que este rubro se incorpore a un Sistema de Aseguramiento de Calidad en los predios. Dentro de ellos, las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) pueden jugar un rol relevante. Sin duda este nuevo escenario trae consecuencias positivas, pero también dificultades y desafíos. Del lado positivo, se benefician tanto los productores como los consumidores, al obtenerse un alimento de mejor calidad e inocuo, por el lado de los desafíos, se reconoce que la exigencia de BPA, implica mayores costos a los productores.
Como no se conocen trabajos sobre costos y Buenas Prácticas Ganaderas, este estudio pretende ser un punto de partida, buscando determinar los costos que implica a productores caprinos la incorporación a este Sistema de Aseguramiento de Calidad, para esto se trabajó con 20 productores caprinos pertenecientes a la agricultura familiar campesina (AFC) y 7 productores pertenecientes a la agricultura comercial (AC), a éstos se les aplicó la encuesta, de autoevaluación de Buenas Prácticas , que consta de, una primera parte con preguntas de identificación general del productor y luego una serie de preguntas directas agrupadas en 9 ítem de acuerdo a las Especificaciones Técnicas para la Producción Caprina. Realizado lo anterior, se procedió a cuantificar económicamente a precios de mercado, los cambios que se consideraron valorables. Estos valores se obtuvieron de la literatura, cotizaciones y entrevistas a expertos. Los costos se sumaron, obteniéndose el total de costos incrementales por ítem y para cada productor, luego este valor se dividió por el número total de cabras del productor para obtener el costo incremental por cabra, para cada uno de los ítem.
En el grupo de AFC, se observó una baja variabilidad entre productores, en cuanto a los costos incrementales requeridos y la jerarquización de los ítem. El costo total de incorporación a un programa de BPG es de $1.710.694, considerando el promedio de los 20 predios. El costo por cabra considerando el total de animales, es de $12.090. El mayor costo requerido radica en Instalaciones, el segundo lugar lo ocupa el ítem Manejo sanitario. Los menores costos correspondieron al Transporte de ganado y Control de plagas. Cada uno de estos productores debe invertir al inicio del programa una cantidad importante de dinero (alrededor de 2,5 millones de pesos), para cumplir con los criterios exigidos en BPG. Claramente estos costos no pueden ser asumidos por los productores en una primera instancia, por lo que se necesita de un importante apoyo estatal para incorporar a la agricultura familiar campesina a programas de BPG.
En el grupo de AC, se observó un grupo heterogéneo de productores. Considerando el promedio de los 7 predio, el costo de incorporación es de $682.830. El costo por cabra es de $2.144, considerando el total de animales. El ítem de mayor costo lo constituye Manejo sanitario, el segundo lugar corresponde al ítem Instalaciones. Los menores costos correspondieron a los ítem Control de plagas y Registros e identificación animal. Por lo tanto, con los antecedentes recabados en este estudio, se puede concluir que la implementación de un programa de BPG aumenta los costos de producción tanto para la AFC como para la AC. | en_US |