Talento chileno: crónica de una campaña política: en tiempos de farándula
Professor Advisor
dc.contributor.advisor
Campos Ulloa, Sergio Alfredo
Author
dc.contributor.author
Lara Cáceres, Ariel
Staff editor
dc.contributor.editor
Instituto de Comunicación e Imagen
Admission date
dc.date.accessioned
2015-08-19T15:37:05Z
Available date
dc.date.available
2015-08-19T15:37:05Z
Publication date
dc.date.issued
2013-05
Identifier
dc.identifier.uri
https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/132920
General note
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Memoria para optar al título de Periodista
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Abstract
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Actualmente en la política lo que genera más réditos electorales es mostrarse cercano y empático. Dos ejemplos de los últimos años: la elección de Michelle Bachelet como Presidenta de la República en dos oportunidades, y la opción presidencial en la Alianza del ex ministro del gobierno de Sebastián Piñera, Laurence Golborne. Ambos de un pobre capital político en sus inicios, pero de un innegable carisma y manejo mediático. Las campañas políticas, principalmente las salidas a terreno de los candidatos, se han transformado en verdaderos shows de talentos o reality al estilo de los programas que transmite la televisión en horario prime. En esto los medios de comunicación, primero la prensa escrita, la radio, y luego, muy especialmente, la televisión (y últimamente Internet y las redes sociales), han jugado un papel fundamental y decisivo en la espectacularización de la política, como lo describe en su libro La Comunicación Política, el profesor de Sociología de la Comunicación y Comunicación Política de la Universidad de Milán, Gianpietro Mazzoleni: “Las campañas modernas nacen en los años sesenta y se sitúan en los años del auge televisivo. La televisión sustituye a la calle y se convierte en el escenario privilegiado de las competencias electorales. Es el período en el que se profesionalizan la organización y la gestión de la comunicación propia de la campaña. Aparece la figura profesional del asesor político, del experto en marketing político y en sondeos de opinión. Esta masa de nuevos constructores de imagen, directa o indirectamente vinculados al mundo mágico del nuevo y popular medio televisivo, contribuye a aumentar la espectacularidad de las campañas electorales”