La ciudad me queda chica: obesidad mórbida en Santiago de Chile
Professor Advisor
dc.contributor.advisor
Antezana Barrios, Lorena
Author
dc.contributor.author
Peralta Moncada, Alicia Victoria
Staff editor
dc.contributor.editor
Instituto de Comunicación e Imagen
Admission date
dc.date.accessioned
2015-08-26T14:22:43Z
Available date
dc.date.available
2015-08-26T14:22:43Z
Publication date
dc.date.issued
2013-11
Identifier
dc.identifier.uri
https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/133186
General note
dc.description
Memoria para optar al título de Periodista
en_US
Abstract
dc.description.abstract
No es ninguna sorpresa que los niveles de obesidad en Chile son peligrosos. Estamos dentro del top ten de los países más gordos del mundo, pero un 76% de los chilenos cree que tiene buenos hábitos, según un estudio de Mide UC. Según la Encuesta Nacional de Salud ENS 2009-2010, el 67% de la población chilena tiene sobrepeso o algún grado de obesidad y, de estas, 300.000 personas aproximadamente tiene obesidad mórbida.
Estas personas, de un IMC sobre 30, tienen distintos problemas de salud asociados al exceso de grasa corporal que, por ejemplo, les da dificultades para caminar largos tramos y subir escaleras. Además, por su tamaño, les es difícil acceder a ciertos lugares.
Este reportaje de investigación, como trabajo de Memoria de Título de Periodista, busca encontrar aquellos objetos, diseños e infraestructura que hacen que la vida de un paciente obeso mórbido santiaguino sea más complicada. Para eso, se entrevistó a cinco personas que sufren de esta enfermedad, incluyendo al hombre más gordo de Chile, donde explicaron desde su propia experiencia los problemas que les trae el sobrepeso.
Luego, se contrastaron los testimonios de estas cinco personas con la realidad en Santiago, donde se reveló que a la capital le falta bastante para ser una ciudad accesible y cómoda para las personas con obesidad. Problemas de espacio y hacinamiento en transporte y vivienda y falta de implementación en salud son los problemas más preocupantes. Se descubre que, además de lidiar con su propio cuerpo, deben soportar prejuicios y estigmatizaciones de la sociedad chilena, que los catalogan como irresponsables y descuidados.