La práctica del financiamiento privado en las elecciones parlamentarias
Author
dc.contributor.author
González T., Ricardo
Author
dc.contributor.author
Sierra Iribarren, Lucas
Author
dc.contributor.author
Szederkenyi V., Francisco
Admission date
dc.date.accessioned
2016-03-20T02:19:47Z
Available date
dc.date.available
2016-03-20T02:19:47Z
Publication date
dc.date.issued
2015
Cita de ítem
dc.identifier.citation
Puntos de Referencia, Edición online, N° 394, marzo 2015
en_US
Identifier
dc.identifier.uri
https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/137222
Abstract
dc.description.abstract
Los aportes reservados y los aportes privados de carácter público, componentes importantes del
financiamiento privado en las elecciones, representaron el 45% del financiamiento total.
En las elecciones, los incumbentes tienen una ventaja respecto de los desafiantes porque cuentan con
asignaciones parlamentarias y semanas distritales para dar a conocer sus ideas. Por esta razón, el financiamiento
privado, y los aportes reservados en especial, son más importantes para los desafiantes que
para los incumbentes respecto del total de los aportes recibidos. Dado que la renovación en el Congreso
es escasa (cerca del 80% de los diputados y 60% de los senadores logran reelegirse en promedio), el
financiamiento privado permite aumentar la competencia electoral.
Los desafiantes necesitan financiamiento ex ante de la elección para hacerse conocidos y poder competir
efectivamente con los incumbentes que pueden reelegirse indefinidamente. La mayor parte del
reembolso fiscal se entrega una vez que se desarrolló el proceso eleccionario, lo que vuelve a favorecer
a los incumbentes.
El análisis de los aportes reservados recibidos por los candidatos a diputados y senadores en las elecciones
parlamentarias de 2005, 2009 y 2013 muestra que la distribución de los aportes reservados es
similar entre desafiantes e incumbentes. Esto debilitaría el argumento de que los aportantes utilizan
el mecanismo de donaciones reservadas para “comprar” favores legislativos futuros porque no tendría
sentido financiar desafiantes que tienen en general bajas posibilidades de ganar. Más aún, mientras más
alta es la fracción de aportes reservados que un candidato desafiante recibe, mayor es su probabilidad
de éxito en la elección.
El sistema electoral binominal generaba mucha competencia al interior de los pactos, porque la posibilidad
de generar doblajes era baja. Las elecciones parlamentarias de 2005, 2009 y 2013 muestran que
la competencia intrapactos era más intensa en la Alianza que en la Concertación. La evidencia muestra,
además, que mientras más intensa es la competencia intrapacto más financiamiento consiguieron los
candidatos. Como las disputas de la Alianza eran más competitivas, el financiamiento requerido para
ganar era mayor que en el caso de la Concertación.
Una hipótesis que podría justificar la alta competitividad electoral en la Alianza y la cantidad de aportes
reservados recibidos por candidatos de este sector podría ser una intensa competencia de matices
políticos o de opiniones sobre la personalidad de los candidatos, entre quienes hicieron dichos aportes. En este artículo se intenta entender la lógica que
subyace a la práctica del financiamiento privado,
especialmente de los aportes reservados, y avanzar
algunas hipótesis tentativas que podrían explicar tal
práctica. Para ello, se analiza el financiamiento de
las elecciones de diputados y senadores de 2005,
2009 y 2013; esto es, todas las elecciones parlamentarias
desde que entraron en vigencia las leyes que
regulan el financiamiento electoral (leyes Nº 19.884
y 19.885) en 2003, seguidas por la Ley Nº 19.963 en
2004. A la fecha, hay pocos estudios empíricos en
esta materia en Chile y es importante contar con
ellos en momentos en que se discute un proyecto
de ley que modificaría los mecanismos de financiamiento
de campañas hoy existentes.