Abstract | dc.description.abstract | La presente tesis tiene como objetivo dar a conocer el proceso de reconocimiento y reivindicación de la población afrodescendiente en la Región de Arica y Parinacota. Se basa en entrevistas realizadas a tres mujeres íconos del valle de Azapa que han participado en la lucha por ser aceptados como una etnia e incluidos en el Censo Nacional.
Conseguir dicho objetivo le permitiría a la comunidad afrochilena optar a múltiples beneficios sociales que mejorarían su calidad de vida y no verse obligados a abandonar sus tierras o negar de una condición que los hace únicos.
Los testimonios e información obtenidos evidenciaron la necesidad de expandir a nivel nacional los avances que se han llevado a cabo en la XV Región y, al mismo tiempo, revelaron la importancia del rol de la mujer afrodescendiente en el ámbito social, territorial y político.
Consiste en vincular dos temáticas marcadas por la discriminación como lo son las mujeres, definidas por siglos de dominio patriarcal, y lo afrodescendiente, herencia negada por la historia chilena.
El eje central de la investigación es evidenciar la importancia del reconocimiento de los afrochilenos como etnia por parte de Estado de Chile, estatus que le otorgaría a miles de chilenos la oportunidad de optar a beneficios sociales y no verse obligados a abandonar sus tierras o negar de una condición que los hace únicos.
Para las personas que desconocen la problemática social y étnica que ocurre en el norte del país, resulta difícil comprender la vida de un afrodescendiente y su continua lucha para ser incorporados como etnia en el Censo nacional y verse aceptados e integrados a la nación que pertenecen.
Por esta razón es imprescindible presentar datos y antecedentes claves de la historia general y personal de un grupo de afrodescendientes de Azapa y además de la comunidad en donde habitan.
La territorialidad resulta fundamental en el comportamiento y en la agrupación estratégica que fuertemente se ha manifestado en los últimos diez años, ya que Arica y el valle de Azapa son terrenos claves en la disposición social e incluso política de los afrodescendientes chilenos. La XV región se muestra como el escenario donde los afrodescendientes debieron establecerse debido a sus difíciles circunstancias históricas.
Los habitantes afrochilenos viven una cultura que hasta la fecha es desconocida por gran parte del país. El centralismo de Santiago, la escasa conectividad de Azapa y la limitada difusión que han logrado realizar en tiempos pasados han provocado que este tema sea tratado solo a nivel local y no nacional.
Esta cultura está cargada de gastronomía, bailes, cantos y festividades, sin embargo ha pasado desapercibida la mayor parte de su existencia que se remonta a la llegada de los primeros esclavos negros traídos en la época de la conquista de América del Sur y posteriormente desde África.
Los actuales territorios del norte de Chile, eran prósperos para el cultivo de algodón y caña de azúcar por lo que allí fueron asentados un número significativo de esclavos provenientes de África. La incorporación de Arica a territorio chileno después de la Guerra del Pacífico, es un episodio fundamental en la historia de descendientes africanos que vieron cómo su realidad fue alterada sin poder resistirse.
Las generaciones posteriores tuvieron que luchar con la adaptación y asentamiento en un lugar que vieron próspero por las condiciones climáticas, pero que siempre se mostró adverso en el tema racial y la exclusión social.
Elementos claves como el relato oral, la fuerte presencia y labor de los ancianos han permitido a la comunidad organizarse y recopilar información necesaria para emprender tareas de auto reconocimiento en tiempos modernos.
Estas labores se dan a conocer en un marco de fuerte discriminación hacia lo que es considerado distinto en la cultura chilena. Desde pequeños fueron vistos como seres diferentes, sus profesores les preguntaban por qué eran distintos y constantemente sufrieron tratos crueles de sus compañeros por sus características físicas.
La diferenciación de la población afrochilena no solo surge desde lo doméstico y lo cotidiano, viene desde los inicios de la identidad nacional. Gran parte de los chilenos se niegan a creer que durante la época de la colonia y la constitución de la República de Chile hubo una población importante de afrodescendientes, pero no porque estén en contra de esa idea, sino porque en el imaginario colectivo hay una ausencia de esta información.
Y es que los libros de historia hablan escuetamente sobre grupos de esclavos africanos y, cuando lo hacen, no hablan de ellos como parte del país, mucho menos como grupos organizados. Simplemente se limitan a decir que, con la abolición de la esclavitud en 1823, prácticamente desaparecieron como etnia diferenciada, sin embargo, la realidad es otra. | en_US |