La historia de la Orden del Temple está plagada de mitos y teorías, algunas con ciertos
indicios de verdad, otras sólo salidas de la mente de novelistas e investigadores que intentan
explicar el porqué de los sucesos acaecidos desde la instauración del Temple en el siglo XII. Se dice
que, a pesar de su vinculación con la Iglesia Católica, renegaban de Cristo, que escupían la cruz,
que adoraban un falso ídolo y que además sus ritos y reuniones poco tenían que ver con el dogma
de la Iglesia. Es más, incluso hay algunos que aún piensan que los templarios escondían un secreto
que podría minar las bases de la institución que los amparaba. Tal mitología no sólo ha atraído la atención de muchos lectores, sino que, apostando al
éxito, muchos escritores han ayudado a la difusión de estas teorías. La literatura ha tenido un papel importantísimo en la instalación de la orden en el sentido común. Uno de los más destacados de estos best sellers es el “Código Da Vinci”, de Dan Brown, texto que trajo a los templarios y al
llamado Priorato de Sion nuevamente a la palestra. Sin embargo, este es sólo uno de los tantos
esfuerzos por poner al Temple fuera de lo que las evidencias históricas indican.