Volcanismo freatomagmático del mioceno superior de los Andes Centrales del Norte de Chile
Professor Advisor
dc.contributor.advisor
Castruccio Álvarez, Angelo
Author
dc.contributor.author
Lienlaf Rojas, Jessica Ester
Associate professor
dc.contributor.other
Cannatelli, Claudia
Associate professor
dc.contributor.other
Clavero Ribes, Jorge
Admission date
dc.date.accessioned
2019-09-04T18:24:51Z
Available date
dc.date.available
2019-09-04T18:24:51Z
Publication date
dc.date.issued
2019
Identifier
dc.identifier.uri
https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/170762
General note
dc.description
Memoria para optar al título de Geóloga
es_ES
Abstract
dc.description.abstract
El siguiente trabajo se enfoca en el estudio de dos centros eruptivos freatomagmáticos, denominados con los nombres de Michacollo y Lliza, ubicados en los Andes Centrales de la XV Región de Arica y Parinacota.
El objetivo principal es analizar los procesos asociados al volcanismo freatomagmático del Mioceno Superior que dieron origen a los centro eruptivos antes mencionados, permitiendo así determinar la evolución de sus ciclos eruptivos.
Para cumplir con el objetivo se llevaron a cabo estudios estratigráficos, de componentes y petrográficos a depósitos pertenecientes a ambos centros. Así fue posible definir facies, unidades de flujo y unidades propiamente tal para cada maar.
Del estudio se pudo concluir que los depósitos pertenecientes a Michacollo corresponden a facies inicialmente localizadas al interior del maar, donde el magma participante era de composición dacítica. Michacollo fue formado por cuatro etapas eruptivas, siendo estas de características netamente freatomagmáticas, donde la proporción de agua/magma varía a lo largo de la formación del depósito.
Se pudo concluir además, que el agua participante sería netamente subterránea.
Del estudio de Lliza, se pudo concluir que los depósitos corresponden a los anillos de tefra que rodean al cráter del maar y que el magma participante fue de características andesito-basálticas. Se definieron dos etapas de evolución, la primera de características netamente freatomagmáticas y la siguiente de características magmáticas, la cual dio origen a la formación de un cono de escorias. Al igual que en Michacollo, el agua participante en la erupción fue netamente subterránea.