Abstract | dc.description.abstract | El siguiente es un trabajo de investigación que busca abordar la temática del graffiti y la apropiación que hacen del espacio urbano, los grupos que salen a rayar y expresar ideas a las calles. Nace de la inquietud de dar cuenta de los problemas que enfrentan las nuevas generaciones en un mundo globalizado y lleno de estímulos discursivos, así como de indagar en los nuevos protocolos de lectura que nacen con la era hipermedial y sus consecuencias en los canales de expresión juvenil.
Ante una exagerada avalancha de “technes” discursivas en los últimos años, analizar los procesos en que se ven inmersos los sujetos del siglo XXI, es una necesidad de las ciencias sociales el profundizar la mirada en estos fenómenos comunicativos.
El graffiti como lugar de apropiación urbana, como medio de expresión social de una juventud descontenta, se ha masificado durante los últimos diez años. Ya para nadie es anormal ver aparecer infinidad de colores y formas en lugares donde hasta hace poco sólo se veía un muro sucio y descolorido. Es esta plaga de imágenes, que aparecen de un día para otro sin conocerse su autor o relación con el lugar, la que ha motivado esta investigación.
Son miles los transeúntes y usuarios de locomoción colectiva los que han visto cambiar el paisaje urbano de la capital, los que día a día ven como cambian las formas y los usos de la pintura. Algunos desdeñan de la forma por considerarlo una ofensa y falta al aseo y ornato de la ciudad, pero la mayoría se ve intrigado por un fenómeno que ve crecer y proliferar sin que haya un grado de conocimiento mínimo del tema.
Yo he sido uno más de aquellos usuarios de locomoción colectiva que he sido testigo del surgimiento de una nueva tribu urbana, de nuevas formas de apropiación del espacio, que transforma nuestra manera de concebir el trayecto por la ciudad. De este modo he elegido al graffiti como discurso, para dar cuenta de una problemática a nivel de sujeto y otra a nivel textual.
La problemática del sujeto se plantea desde una perspectiva psicosocial, de su relación con un entorno cada vez más tecnologizado y ligado a protocolos perceptivos que eran desconocidos hace 15 años, que producen en el sujeto nuevas capacidades y modos de operar con materialidades lingüísticas.. Y la problemática textual refiere al cambio de paradigma lecto-discursivo que se vive hoy en día, y las consiguientes categorizaciones de un ascendente reinado del mundo.
Asimismo, he dedicado esta investigación a esos espacios de textualidad cotidiana, que no tienen que ver con grandes discursos ni con espacios de la
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política oficial, ni menos a nivel de medios de comunicación, que en mi opinión, son materialidades que se agotan rápidamente y sólo da cuenta del desarrollo de la industria cultural mediática y de un acelerado proceso de cambio en pos de captar una audiencia-mercado. Este trabajo pretende mostrar otro nivel de flujos comunicacionales, más cercanos a la calle, arena de los más interesante juegos discursivos del sujeto posmoderno, donde convergen los mundos imaginarios de todos quienes habitamos la ciudad.
Como comunicador sentí que el tema era apropiado, y que era un deber cambiar la dirección en la mirada en investigación en comunicación social y centrar la mirada en fenómenos cercanos al sujeto común y corriente. El contacto cotidiano con niños y jóvenes habla de este cambio en el sensorium perceptivo de las nuevas generaciones, su cercanía con lenguajes tecnológicos y su distancia con modelos de apropiación de sentido modernas, indujo las preguntas de investigación.
Este trabajo pretende acercar una mirada analítica sobre el fenómeno graffitero, arrojar luces introductorias sobre el comportamiento de los cultores y mostrar que esta expresión va más allá de ser un juego de jóvenes marginales y constituye un texto por el cual se evidencias estas nuevas categorías de texto y sujeto, que además está cumpliendo un rol principal en la construcción de identidad en un mundo donde los discursos políticos no tienen cabida en discos duros, que albergan imágenes, energías, lazos, y complejos nexos multimedia, etc.
Consideré un graffiti artístico, donde primara el componente estético, por eso no centré la mirada sobre la totalidad de lo que se entiende comúnmente por graffiti: rayados de cualquier índole. Así dejé de lado los rayados de las barras bravas, las consignas partidarias y los murales políticos ya que me reenviaban a otro sujeto, que no era al que quería llegar como investigador.
Así, espero que el siguiente trabajo entregue aproximaciones teóricas y metodológicas sobre el trabajo con microculturas, con los textos que éstas producen y el flujo discursivo que caracteriza a sus miembros. | es_ES |