Cambios de los glaciares del Volcán Hudson (45°54'S, 72°58'O) en respuesta a su erupción de octubre del 2011
Autor corporativo
dc.contributor
Universidad de Chile. Facultad de Arquitectura y Urbanismo
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Professor Advisor
dc.contributor.advisor
Rivera Ibáñez, Sergio
Author
dc.contributor.author
Muñoz Zapata, Camilo
Admission date
dc.date.accessioned
2020-11-13T14:26:53Z
Available date
dc.date.available
2020-11-13T14:26:53Z
Publication date
dc.date.issued
2020
Identifier
dc.identifier.uri
https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/177709
General note
dc.description
Memoria para optar al título de Geógrafo
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Abstract
dc.description.abstract
El Volcán Hudson es considerado como uno de los más activos de Chile. Su última erupción catalogada como subglaciar, tuvo lugar el 25 de octubre de 2011, cuando los glaciares ubicados dentro de la caldera volcánica fueron directamente afectados. En este estudio se han analizado los efectos de dicha erupción en la topografía superficial del hielo, para lo cual se analizaron modelos digitales de elevación (MDE) de los años 2000, 2011 y 2012, lo que permitió determinar los cambios de altitud para el periodo pre-eruptivo (2000-2011) versus los cambios que se produjeron en el periodo posterior a la erupción (2011-2012). Contrastando estos datos con imágenes satelitales adquiridas antes y después de la erupción se han relacionado los cambios de elevación con las interacciones glaciovolcánicas que los generaron.
Se determinó que para el periodo 2000-2011 la superficie de hielo sufrió un adelgazamiento promedio de -2,7±0,56 m a-1, con valores máximos de -8±0,56 m a-1 en sectores ubicados en la lengua terminal del glaciar Huemules. Para el periodo 2011-2012 la variación promedio de altitud de la superficie se estimó en 0,8±0,3 m. Sin embargo, algunas zonas de la superficie de hielo del volcán experimentaron pérdidas de altitud de -27,3±0,3 m, lo que evidencia los efectos directos y focalizados de la erupción
acaecida en este periodo.
En ambos periodos analizados las pérdidas máximas se concentraron en aquellos lugares de la caldera donde hubo actividad volcánica bajo la superficie del glaciar. La zona que experimentó engrosamiento sin embargo, lo hizo por la depositación de las tefras eyectadas durante la erupción. No obstante lo anterior, algunos sectores que fueron cubiertos por cenizas volcánicas experimentaron además variaciones positivas de altura que pueden haber estado relacionadas con la actividad volcánica subglaciar. Entre los años 2000 y 2012, tasa de variación fue de -1,9±0,56 m a-1.
Las interacciones glaciovolcánicas detectadas demuestran la necesidad de un monitoreo sistemático de alto detalle, que debe incluir por ejemplo la generación de MDEs con tecnología láser, que permitan una mejor estimación de los impactos de la actividad volcánica en el hielo, previendo la potencial generación de flujos rápidos tipo laháricos que pueden constituir un peligro para la población e infraestructura.