Abstract | dc.description.abstract | Se cumplen trece años de la puesta en marcha del Transantiago, el sistema de transporte público del Gran Santiago. Durante esta década, ha sufrido una serie de colapsos, fracturas y evoluciones, que hoy nos tiene ante un sistema estabilizado y mejor al inicial, pero con una gran deuda de calidad ante los usuarios, la cual se convierte en un clamor permanente sobre la calidad y experiencia de viaje. En el contexto de Transantiago, la movilidad y experiencia de viaje ha sido abordada desde la perspectiva del usuario por Jirón, et al. (2013, 2014) y desde una perspectiva del sistema por Tirachini y Hurtubia (2017).
En esta investigación se propone una metodología que permita aproximarse a dimensionar la experiencia de tiempo de viaje, desde el tiempo percibido y el tiempo cronológico. Considerando las investigaciones de Block y Zakay (1996, 2001), Kahneman (1999), y Roeckelein (2000), el tiempo percibido se puede obtener a partir del tiempo declarado por las personas de forma retrospectiva en la Encuesta Origen Destino (EOD). El tiempo cronológico para cada viaje se obtiene a través de una interfaz de programación de aplicaciones (API) para cada uno de los viajes de la encuesta de viajes. A partir de la EOD 2012, se utilizaron los datos georreferenciados con coordenada de origen y destino de viaje, modo, tiempo, hora del día, ingresos, edad, entre otras. A partir de esta información, se utilizó una muestra de 102.742 registros de viajes. Y utilizando la información del tiempo de viaje percibido, que es declarado en la encuesta por la persona que realiza el viaje, y el tiempo cronológico de cada viaje según modo, podemos obtener la diferencia entre estas, que es la brecha de tiempo experimentado. Esta brecha nos entrega el módulo y el sentido de la experiencia del tiempo.
Esta investigación propone el Índice de experiencia del tiempo de viaje, que permite aproximarse a una cuantificación del nivel de experiencia de viaje basada en la percepción del tiempo, el cual es deformado por el estrés percibido en el viaje (Van Hedger, et al. (2017). Este índice indica la concentración de sensaciones positivas y negativas de viaje, permitiendo focalizar y concentrar esfuerzos para mejorar los lugares, modos y horas donde la experiencia de viaje sea más negativa. La autocorrelación espacial permitió verificar la validez estadística del indicador de experiencia de tiempo de viaje en relación al espacio, variables que al ser evaluadas nos muestran diferencias en sus indicadores, respecto a la edad, ingreso, distancia, tiempo y velocidad, según modo de transporte.
Este indicador es un termómetro de la experiencia del tiempo de viaje urbano, y como cualquier termómetro, no nos informa cuál es la enfermedad, sus causas, ni la cura; pero es una herramienta que nos permite señalar donde hay problemas urbanos que atender, y dimensionar qué tan buenas o malas experiencias de viaje existen en la ciudad, para abordar esos lugares con otros métodos y metodologías. | es_ES |