Abstract | dc.description.abstract | Introducción: entre 1927 y 1990 las mineras Potrerillos y El Salvador depositaron más de
220 Megatoneladas de desechos mineros en la bahía de Chañaral, generando frente a la ciudad
una playa artificial de más de 10 Km y 4 km2 de superficie, determinando que en 1983
Chañaral fuera clasificado por el Programa Ambiental de las Naciones Unidas como uno de
los casos más serios de contaminación marina en el área del Pacífico. Estudios realizados en
personas en el año 2000 por la autoridad de salud indicaron que estos depósitos ya no
representaban un riesgo para la salud de la población de Chañaral, sin embargo la comunidad
ha expresado preocupación por su salud como resultado del contacto con estos acopios. Esta
tesis midió la exposición de las personas a través del contenido de metales en orina y evaluó la
percepción de riesgo actual en esta comunidad, utilizando metodología cuantitativa. La
información generada espera aportar para la toma de decisiones en este conflicto al identificar
los ámbitos del riesgo más afectado en esta comunidad.
Hipótesis: Las concentraciones de metales en los residentes de Chañaral, como indicadores de
la exposición de la población, están dentro de límites normales, semejante a lo medido en otras
poblaciones. Por otra parte, presentan una alta percepción de los riesgos para su salud a nivel
personal y comunitario producto de la exposición histórica al depósito de desechos mineros en
la ciudad. Sin embargo, esta alta percepción del riesgo ambiental no se relaciona directamente
con los niveles de exposición a metales de la población general.
Metodología: En el año 2006 se estudió una muestra de 204 adultos seleccionados por
muestreo bietápico de conglomerados (manzanas y residencias). Fueron elegibles adultos
sanos, alfabetos, con residencia mínima de tres años en Chañaral, sin exposición laboral a
metales. Se aplicó un cuestionario de exposición a metales y de percepción de riesgos personal
y comunitario para la salud ambiental. Se asignó un puntaje de acuerdo a las respuestas dada
para cada dimensión del riesgo. Para la percepción del riesgo personal se consultó sobre los
riesgos para la salud debido a estilos de vida y calidad del aire y del agua intradomiciliarios;
para la percepción del riesgo comunitario se consideraron peligros globales como exposición
solar, depleción de la capa de ozono, contaminación ambiental del aire, agua, suelo y
alimentos, entre otros. Para la percepción de riesgo total se consideraron los riesgos personales
y comunitarios en conjunto. Se calcularon niveles de alta percepción de riesgo personal y comunitario, identificándose variables que explicaran mayor exposición y mayor percepción
de riesgos.
Además, se les tomó una única muestra de orina para la medición de arsénico total, cobre,
níquel, mercurio y plomo. En base a estándares y opinión de expertos se establecieron puntos
de corte de normalidad para cada metal (5µg de níquel/l, 20 µg de cobre/l, 5 µg de mercurio/l,
3 µg de plomo/l y 35 µg de arsénico inorgánico/l) calculándose las prevalencias de sujetos que
excedieron estos límites.
Resultados: Los niveles medios de arsénico total (57,2 ± 76,8 µg/l) y de arsénico inorgánico
(22,3 ± 16 µg/l) fueron mayores a lo reportado en poblaciones no expuestas pero similares a lo
descrito en ciudades del norte de Chile expuestas ambientalmente a arsénico en agua potable
(Antofagasta e Iquique); la concentración de níquel (3,0 ± 2,5 µg/l) fue también mayor de lo
descrito en poblaciones urbanas no expuestas pero similar a lo medido (en niños) de áreas
expuestas a petcoke (Tocopilla y Mejillones); los niveles medidos de cobre (20,2 ± 11,5 µg/l),
mercurio (2,2 ± 2,3 µg/l) y plomo (2,1 ± 7 µg/l) excedieron lo descrito en la población general
no expuesta pero también mayores que lo reportado en estudios internacionales en población
expuestas ambientalmente. Las prevalencias de personas que superaron los valores de
normalidad fueron: 44,8% para cobre, 29,4% para arsénico total, 21,1% para níquel, 16,9%
para arsénico inorgánico, 9,3% para mercurio y 8,3% para plomo.
El 71% de los entrevistados mostró alta percepción de riesgo comunitario por la
contaminación química de aire, agua y suelos, mientras que el 49% mostró alta percepción del
riesgo personal por la contaminación química del agua disponible dentro del hogar. El ser
mujer, pertenecer al sistema privado de atención de salud, tener más años de escolaridad y
vivir más cerca del relave se asociaron a aumentos de la percepción de riesgos ambientales. La
exposición a metales se asoció (β= 0,13, valor p= 0,006) a la percepción de riesgo ambiental.
Conclusiones: La comunidad de Chañaral presenta exposición ambiental a metales tóxicos
medidos en la orina de personas adultas, siendo posible que estos niveles se mantengan en la
actualidad dado que no se han efectuado medidas remediales desde que se realizó este estudio.
Aunque no se han reportado estudios de efectos en la salud en esta población, la literatura internacional indica que esta población podría presentar efectos en su salud asociados a la
exposición de uno o varios de estos metales.
En concordancia con parte de la hipótesis, las personas reportaron una alta percepción de
riesgo actual personal y comunitario ante diversos peligros ambientales, relacionada con la
exposición histórica a los residuos mineros. En la sección Discusión se describen las
decisiones tomadas para dar cuenta de las dificultades éticas que se presentaron durante la
ejecución de este estudio. De acuerdo a estas consideraciones éticas se torna necesario
implementar acciones remediales en el plazo más breve factible, en consenso con la
comunidad, la que podrá disponer de toda la información generada en esta tesis una vez
aprobada por la Universidad de Chile. | |