Tesis para optar al Grado de Magíster en Salud Pública
Abstract
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El horizonte es una línea mentirosa que se alimenta de sueños. Cuando miro
desde mi ventana la inmensidad del mar, la escucho y la huelo desde sus
escenarios: el encuadre imaginario y el real. Aparece Ulises como un hombre sin
tiempo; es mi vecino —hombre de mar— que eligió este oficio como sustento de
vida.
La literatura, señora de mis fantasías, se ha encargado de contextualizar mi vida
como “ese complejo mar sin límites, poblado de diferentes objetos flotantes, llenos
hasta rebosar de azules y verdes, caprichosos y violentos, pero eternamente
transparentes”(1). Hoy, la pesca artesanal desafía al depredador desarrollo
tecnológico, manteniéndose como un oficio vigente y controversial. Entonces, las
interrogantes emergen desde la sensibilidad de las letras, mueven lo cotidiano,
irrumpen y me abofetean:
“Este año, se nos fracturó la vida con lo del terremoto; figúrese usted que se nos
partió la lancha en dos y quedó varada río arriba; allí quedó no más…como un
artefacto remando en medio de las vegas. Y el río…. ahí estamos; haciéndole con
las máquinas un caminito para que pase” (2)
La complicidad de compartir el sueño de un movimiento telúrico —de imaginar la
inmensa ola que nos arrancaría de nuestra pequeña humanidad— se encarna en
mi historia. Los otros ya no son los otros, no me son ajenos, me enredo en sus
redes cual sustento en la búsqueda de un camino común.
¿Cómo se urde esa red? ¿Cómo se teje la salud? Empiezo