Abstract | dc.description.abstract | El presente documental sonoro consta de tres capítulos, sustentados en el
testimonio de 11 fuentes directas de las ciudades de Boyacá y Bogotá. Además se utilizaron
diferentes fuentes bibliográficas, entre ellas el libro “Ejecuciones extrajudiciales en Colombia
2002–2010: Obediencia ciega en campos de batalla ficticios” y el informe “El rol de los altos
mandos en ejecuciones extrajudiciales”.
En el primer capítulo del documental se realizó un repaso de los momentos históricos del
fenómeno de las Ejecuciones Extrajudiciales, mal llamados “falsos positivos” con el fin de
comprender la magnitud de estos crímenes. Para ello se contó con el testimonio protagónico de
Blanca Nubia Monroy integrante del Colectivo MAFAPO, Madres de Falsos Positivos de
Soacha y Bogotá, y madre de Julián Oviedo Monroy, asesinado en marzo de 2008 en Ocaña,
Norte de Santander.
Por otra parte, se consideró fundamental la participación del suboficial del Ejército Nacional,
Carlos Eduardo Mora, quien en 2006, ingresó a la Brigada Móvil Número 15 de Ocaña, una de
las más involucradas en violaciones a los derechos humanos, y del docente Francisco Díaz,
historiador de la Universidad Externado de Colombia, quien explicó cómo, cuándo y por qué
se dieron las ejecuciones extrajudiciales en Colombia, especialmente durante el gobierno del
ex Presidente Álvaro Uribe Vélez.
Para el segundo capítulo se inició con el testimonio protagónico de Raúl Antonio Carvajal,
padre del suboficial Raúl Antonio Carvajal Londoño, asesinado en un supuesto enfrentamiento
entre el ejército y la ex guerrilla Farc- EP en el Tarra, Norte de Santander. Su padre asegura
que fueron los mismos compañeros de batallón quienes lo asesinaron tras negarse a ejecutar a
dos campesinos.
El objetivo de este capítulo es evidenciar la responsabilidad estatal y militar en los casos de
Falsos positivos, donde se creó una “empresa” criminal en torno a esta práctica y que tanto
militares, como la policía y funcionarios públicos de diferentes áreas, actuaron en conjunto con
paramilitares y bandas criminales (reclutadores), para crear falsos positivos y así recibir
cuantiosas gratificaciones del Estado. El tercer y último capítulo es dedicado a las víctimas de falsos positivos y su lucha por la verdad
y justicia. Se eligieron los testimonios de Beatriz Mendez, Eugenia Castro, “Sandra”, Blanca
Nubia Monroy y Cecilia Arenas, quienes exponen los casos, aún impunes, de sus hijos y
hermanos asesinados por agentes del Estado.
Las narraciones fueron complementadas con material de archivo, como noticias, documentales
y reportajes sobre el inicio de las ejecuciones extrajudiciales y una base de música acorde a la
emotividad de la temática de cada capítulo. | |