Abstract | dc.description.abstract | A principios del 2020 la OMS declaró alerta sanitaria a nivel mundial, debido a la pandemia por el virus SARS-CoV-2 [1]. Los colegios, en todo el mundo, estuvieron obligados a cerrar sus establecimientos como medida de mitigación de brotes, y tuvieron que adoptar, en lo posible, clases con modalidad en línea. Por su parte, el gobierno de Chile posterior al cierre total de todos los establecimientos del país, tuvo varios intentos fallidos, tanto en 2020 como a inicios del 2021, de retomar la presencialidad escolar. Con esto en consideración, se decidió realizar un estudio que brindara apoyo científico a los tomadores de decisiones, evaluando riesgos y beneficios de distintas políticas para abrir los establecimientos, resguardando siempre la salud de las personas.
En el estudio se buscó analizar el rendimiento de distintas políticas de mitigación de brotes. Para esto, se simularon redes de contagios a partir de un modelo de agentes, donde distintos establecimientos fueron modelados a partir de grafos, representando como nodo a cada persona dentro de una institución y como enlace a las relaciones entre personas dentro de ésta. En términos de propagación del virus, se modelaron probabilidades de infección externas e internas a la red, considerando distintos factores como carga viral, susceptibilidad y contagiosidad de las personas, entre otras. Las políticas de mitigación consideradas fueron políticas de testeo, distintas políticas de aislamiento, alternación de asistencia y reducción de aforo en las salas, midiendo el impacto de éstas en el número de contagios, el R efectivo, el porcentaje de clases online debido a cuarentenas, entre otras.
Los resultados obtenidos del estudio fueron robustos para los distintos colegios simulados, mostrando que la política de reducción de aforo de salas reduce cerca del 45% de contagios, mientras que testear semanalmente generó una reducción mayor al 50 %, y en ambos casos el porcentaje de clases online está por debajo del 10 %. Por otra parte, considerando una política más agresiva como reducción de aforos y alternancia en la asistencia, generan una reducción que asciende por sobre el 80 %, pero el porcentaje de clases online queda por sobre el 50 %. Por último, reduciendo los aforos en conjunto con un plan de testeo semanal a toda la comunidad, se genera una reducción cercana al 75 %, pero manteniendo un bajo porcentaje de clases online, menor al 5 %. Así, se concluye que existen políticas que son considerablemente más efectivas que otras en reducción de contagios, pero que pueden conllevar a costos muy altos para los colegios, además existen políticas que son dominadas por otras en costo-efectividad, y dependiendo de los recursos de cada colegio, se pueden buscar aquellas medidas que les sean beneficiosas acorde a su realidad, permitiendo un retorno a clases seguro. | es_ES |