Sinovac y Laguna Carén: La promesa del regreso de la producción nacional de vacunas

Abstract

Han pasado más de veinte años desde la última vez que se manufacturaron vacunas y sueros en Chile. Según algunos, por falta de recursos; según otros, por ignorancia, poca confianza en la capacidad científica del país y falta de interés en apoyar una industria que solo daría resultados a largo plazo. Esto ha significado que Chile desarrolle una dependencia a los avances científicos y tecnológicos de países extranjeros, que invierten muchos más puntos porcentuales de su PIB en ciencia, y, por lo tanto, se pueden autosustentar en caso de emergencia sanitaria. China, Estados Unidos, Corea del Sur, Rusia, entre otros, están a años luz de Chile en cuanto a investigación y desarrollo, además de otros aspectos. Para Chile esto no fue un problema hasta la pandemia del Covid-19. Entre 2020 y 2021, Chile vivió lo que muchos científicos temían: la incertidumbre de que, en el momento en que se creara una vacuna para frenar el avance del virus y sus temidas variantes, las dosis no alcanzarían a llegar y la población no lograría ser inmunizada. Los científicos nacionales se movilizaron: además de contactar a las empresas farmacéuticas internacionales para comprar en masa las ansiadas dosis, iniciaron investigaciones de tratamientos y la formulación de una vacuna propia. La iniciativa estaba. La infraestructura y los recursos para proveer a la población con vacunas y medicamentos hechos en Chile, no. Pero debido al Covid-19 (o según algunos gracias a él), surgieron dos proyectos para que Chile recupere su capacidad de investigación y desarrollo y vuelva a producir en masa sus propias vacunas. Estos son los proyectos de Sinovac Biotech en colaboración con la Universidad Católica y el Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, y el Centro de Producción de Vacunas de Parque Carén de la Universidad de Chile en alianza con la farmacéutica italiana ReiThera. Sin embargo, uno de esos proyectos no resultó ser más que una planta de fill and finish (envasado de producto) con poco valor en cuanto al desarrollo local de tecnologías, y la otra, más prometedora, pende de un hilo por la falta de recursos estatales.