Frank Méndez: el camino de un poblador para convertirse en el mejor árbitro internacional chileno de rugby

Abstract

Al igual que el fútbol, el rugby habría llegado a Chile en algún momento poco preciso del siglo XIX, cuando, marineros mercantes ingleses recalaron en puertos que eran clave en la ruta entre Europa y Sudamérica, como Iquique y Valparaíso, y desafiaron a los estibadores locales. Al célebre líder británico Winston Churchill se le atribuye la frase “el rugby es un deporte de bárbaros jugado por caballeros”, que en la cultura deportiva popular se habría hecho extensiva al fútbol, que terminó siendo “un deporte de caballeros jugado por bárbaros”. Pero ambos deportes, que en el Reino Unido provinieron del mismo juego de pelota medieval, corrieron en nuestro país caminos distintos: el primero se enquistó como la disciplina favorita en las clases más desposeídas, mientras el segundo terminó como una tradición de los colegios británicos, que se instalaron en los sectores más pudientes. Pasaría más de una centuria para que el rugby, identificado en Chile con el poder y los privilegios, comenzara a dejar atrás el estigma del elitismo y abriera los secretos de su práctica a los sectores más populares. En este proceso de masificación de un deporte que es popularísimo en naciones como Inglaterra, Francia, Nueva Zelanda, Sudáfrica o Argentina, han jugado un rol determinante la nueva camada de dirigentes de la federación local y algunos deportistas de la periferia de Santiago, como Frank Méndez Escobar, quien hoy es el referee internacional de rugby más connotado de la escena nacional. Frank se crio en La Pintana, una de las comunas más pobres de la Región Metropolitana, y egresó de un plantel educacional gratuito, ubicado en el sector de El Castillo, uno de los más segregados del país. En el mismo año en que la Selección Chilena de Rugby clasificó por primera vez en su historia a una Copa Mundial de Fútbol, Méndez arbitrará los partidos del Seven Rugby de los Juegos Panamericanos Santiago 2023, que, coincidentemente, se disputarán en el Estadio Municipal de La Pintana. De cómo un muchacho de una de las poblaciones más complejas de Santiago se metió en la elite del deporte más elitista de Chile trata este relato.