Las sectas han sido un fenómeno sociológico que ha estado presente en gran parte de la historia de la humanidad a tal punto que es difícil establecer cuál fue la primigenia. A medida que avanzaban los años algunas de estas organizaciones fueron evolucionando en todo sentido, desde los recursos que disponían hasta el número de adeptos que seguían sagradamente sus escrituras y que hoy en día volvieron aquella creencia en un pensamiento común en la cultura popular. Uno de los ejemplos a mayor escala es el cristianismo, no hay que olvidar que esta religión surge de la mano de un líder espiritual y 12 apóstoles que adoraban y seguían fielmente su figura como el verdadero mesías encarnado en la tierra.
Otras sectas, por el contrario, fallecieron junto a sus profetas y seguidores, en los casos más extremos llevándose la vida de varios inocentes que se vieron arrastrados por las visiones de un futuro desolador, cuyas consecuencias acarrearían un mundo sumido en el caos y la destrucción. Como evidencia de esto, se encuentra la secta del templo del pueblo, la cual es conocida por haber cometido uno de los actos más catastróficos en la historia de la humanidad.
En esta organización el pastor Jim Jones gracias a su activísimo social y discursos antirracistas fue generando un grupo de fieles quienes estaban dispuestos a realizar cualquier cosa por él. Con el paso del tiempo Jim Jones decidió mudar su iglesia a las selvas de Guyana, lugar donde compró un terreno y se mudó junto a un grupo de alrededor de 1000 fieles quienes abandonaron sus vidas, trabajos, familia y amigos con el fin de unirse a la comunidad de Jones. Estos mismos seguidores serían los primeros habitantes de una ciudad ubicada en Guyana bautizada como “Jonestown”
es_ES
Lenguage
dc.language.iso
es
es_ES
Publisher
dc.publisher
Universidad de Chile
es_ES
Type of license
dc.rights
Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 United States