La prueba de la peligrosidad en el procedimiento de medidas de seguridad del enajenado mental

Abstract

El mal llamado loco o demente, es un ser invisibilizado por la sociedad e históricamente segregado y estigmatizado. En razón de lo anterior, no es de extrañarse que el procedimiento de medidas de seguridad aplicable a enajenados mentales presente una regulación tan deficiente y a su vez una escasa preocupación doctrinaria. Para la imposición de una medida de seguridad se deben acreditar los siguientes supuestos: haber cometido un hecho típico y antijurídico; ser declarado inimputable conforme al eximente de responsabilidad del artículo 10 N°1 del CP; y la existencia de antecedentes calificados que permitan presumir que atentará contra sí mismo o contra terceros. Este último requisito, es entendido doctrinariamente como peligrosidad, y es problemático en cuánto a su contenido y naturaleza probabilística. Si se tiene en cuenta que la imposición de la medidas de custodia y tratamiento o internación en un establecimiento psiquiátrico implican una restricción o privación de la libertad personal del individuo, cabe preguntarse cómo los jueces prueban que un sujeto es peligroso en ausencia de parámetros y requisitos que faciliten su determinación, y a su vez, es necesario esclarecer si las reglas generales sobre la prueba son o no aplicables para estos efectos