Observaciones sobre algunos artículos del C.C. y estudio del decreto ley No. 328

Abstract

Por casualidad, nos hallamos con la Memoria presentada por don Francisco J. Ovalle el año 1855 al Congreso de ese año, en la cual llama al Código Civil, código común para dar a entender que él es el fundamento obligado del estudio de las demás leyes.

Por otra parte, ateniéndonos a las observaciones sugeridas por nuestros profesores de derecho, conservadas en cuidadosos apuntes, nos decidimos por echar una ojeada a ese Código, depósito de las instituciones civiles que miran a la formación de la familia, a las disposiciones de última voluntad, a la celebración de los actos y contratos. como fuentes de obligaciones, y demás preceptos reguladores de las múltiples relaciones de derecho privado.

Se nos excusará que, siendo esta labor, la de una estudiante pensemos con criterio privativo de nuestro sexo, pues sostenemos. sin vacilación, que, si la naturaleza estableció diferencias fisiológicas entre la mujer y el hombre, para determinados fines; los igualó en cuanto a inteligencia y consiguientemente, por lo que respecta al goce de los derechos, cuyo disfrute ha sido patrimonio del hombre hasta última hora.

Al dirigir la vista por la constelación de mujeres que en Chile y fuera de la Patria. han dado lustre al pensamiento, como Gabriela Mistral, Iris, Isabel Morel y otras, hemos creído que pasó ya la época de mirar a la mujer como ser meramente pasivo, sujeto en todo y por todo al poder del hombre.