Los mayores esfuerzos de la humanidad en el día de hoy van enfocados, voluntaria o
involuntariamente, hacia el progreso técnico, uno de cuyos resultados es el acrecentamiento de
la información. El hombre llega a tener noticias de las cosas, se siente motivado a relacionarse
con ellas, vivirlas, poseerlas. El tecnicismo nos lleva a un aumento generalizado del nivel de
apetencias y, consecuentemente, a una frustración frecuente ante la imposibilidad de
experimentar y poseer más por falta de medios y tiempo personal.
A esta problemática no está ajeno el Derecho. El cúmulo y complejidad de la información
jurídica unida a la ficción de conocimiento de la ley, que hace inexcusable su incumplimiento,
plantea arduos problemas no sólo al hombre común sino también al especialista en el Derecho.
Así, por ejemplo, a uno que quiere ser juez se le exige información de la ley; y en ello se centran
las oposiciones para obtener el puesto y la profesionalidad.
La recopilación de información jurídica requiere largas horas de acucioso examen de
documentos, tales como cuerpos legislativos y otras fuentes primarias de datos. La investigación
puede suponer viajes a lugares distantes para examinar los documentos necesarios. De hecho
cualquier estudio significativo presenta demandas que, para su cumplimiento, pocas personas
tienen el tiempo, recursos financieros, paciencia o la experiencia que se necesita.
Este estado de cosas crea un cuadro de inseguridad jurídica que hace insoslayable la
estructuración de un mecanismo que permita una respuesta precisa y oportuna a los
requerimientos de información.
es_ES
Lenguage
dc.language.iso
es
es_ES
Publisher
dc.publisher
Univerdidad de Chile
es_ES
Type of license
dc.rights
Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 United States