Abstract | dc.description.abstract | La legislación chilena requiere que todo proyecto con características del Art. N°10 de la Ley N°19,300 se ingrese al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental mediante una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) o un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para evaluar sus posibles impactos en dicha índole. Sin embargo, no se profundiza en la sinergia con la comunidad. El presente estudio ahonda en entender y mitigar los impactos ambientales de operaciones mineras y metalúrgicas, enfocándose en la Fundición Hernán Videla Lira (FHVL) incluyendo explícitamente la dimensión social del medio ambiente, cuyo abordaje suele ser insuficiente, tanto en las DIA como en los EIA. El objetivo es desarrollar una metodología de evaluación amplia e integral, que considere múltiples dimensiones del impacto del proyecto de modernización.
La metodología es hipotético-inductiva, validada iterativamente mediante razonamiento deductivo. El "Levantamiento de Percepción Comunitaria" es fundamental para la Evaluación Multidimensional de Impactos (EMI), ya que fue construida con los habitantes del área de influencia. Las diferencias principales entre la EMI y un EIA son la reestructuración de los componentes de análisis: agente climático y biodiversidad, sociedad civil, cultural, y fuerza laboral. Esto potencia la participación ciudadana y al análisis de impactos significativos en diferentes escenarios, además de profundizar en los cambios técnico-tecnológicos para evaluar la ingeniería.
Se plantean tres escenarios: mantener la operación actual; aplicar el proyecto; cerrar la operación. Se concluye que el que presenta mejores proyecciones es el segundo, ya que no solo disminuye las emisiones de contaminantes atmosféricos (SO2, As y material particulado) respecto a la línea base, lo cual mejora la salud de los habitantes y de la flora y fauna; sino también potenciaría la economía local producto de los empleos directos e indirectos; podría aumentar los ingresos de la pequeña y mediana minería (PYMM); y se potenciaría el desarrollo local mediante el relacionamiento comunitario con la empresa estatal.
Respecto al primer escenario, mantener la operación actual, si bien cumple la normativa ambiental, presenta riesgos de episodios críticos de contaminación e impedimentos de continuidad operacional. Por último, el cierre definitivo de la fundición, representa el peor escenario debido a que a pesar de que se redujera la contaminación atmosférica considerablemente, no respondería a las demandas sociales, generando desempleo, inseguridad laboral y demerito económico.
Se sugiere complementar esta metodología con la adición de un escenario que muestre el óptimo social, es decir, que sea lo que la comunidad quiere y necesita. Además de valorizar cada escenario, ya que así no solo se mantiene el sentido del negocio minero, sino también lograr una gestión sostenible y socialmente responsable. | es_ES |