Remittances and Poverty in Migrants’ Home Areas: Evidence from the Philippines

Abstract

In many developing countries, remittance receipts from overseas are important supplements to household income. How do these remittance flows affect poverty and inequality in migrants’ home areas? To answer this question, we take advantage of exogenous shocks to the remittance receipts of Philippine households. Filipino migrants work in a variety of foreign countries, and experienced sudden changes in exchange rates due to the 1997 Asian financial crisis. Appreciation of a migrant’s currency against the Philippine peso leads to increases in household remittance receipts, and reductions in poverty in migrants’ origin households. We find evidence of spillovers to households without migrant members, focusing on cross-regional variation in the mean exchange rate shock experienced by the region’s migrants. In regions with more favorable mean exchange rate shocks, aggregate poverty rates decline even in households without migrant members. However, we find no strong evidence of effects on region-level inequality.

En muchos países en desarrollo, las remesas recibidas del extranjero son importantes suplementos para el ingreso del hogar. ¿Cómo afectan estos flujos de remesas la pobreza y desigualdad en las áreas de origen de los migrantes? Para responder esta pregunta, utilizamos un shock exógeno que afectó las remesas recibidas por hogares Filipinos. Los migrantes Filipinos trabajan en una variedad de países extranjeros, y experimentaron cambios inesperados en el tipo de cambio, debido a la crisis asiática de 1997. La apreciación de la moneda del migrante relativo al peso filipino implica un aumento de las remesas recibidas y una reducción en la pobreza de los hogares de origen de los emigrantes. Encontramos evidencia de efectos en hogares sin emigrantes al utilizar la variación a nivel regional del promedio del shock de tipo de cambio experimentado por los migrantes de cada región. En regiones con promedios de shock de tipo de cambios más favorables, la pobreza se reduce incluso en hogares sin migrantes. Sin embargo, no encontramos evidencia robusta de efectos en los niveles de desigualdad a nivel regional.