Sobre la responsabilidad penal de los directivos a título de autoría de un delito culposo o de comisión por omisión, en el caso edificio Alto Río

Abstract

A consecuencia del terremoto del año 2010, el Edificio Alto Río se desplomó, ocasionándose la muerte a 8 personas y lesiones diversas a otras 7. En el juicio penal que se siguió, fueron condenados los directivos de las empresas dueñas y desarrolladoras del proyecto inmobiliario, como autores de cuasidelitos de homicidio, lesiones graves gravísimas y simplemente graves, sentencia que fue revisada por la Excma. Corte Suprema, que rechazó los recursos de nulidad interpuestos. A propósito de estos dos fallos, resulta de interés analizar si, para la dogmática, las imprudencias acusadas a los empresarios integran la categoría de los delitos de comisión por omisión, o bien, los razonamientos de las sentencias fueron adecuados, en cuanto a imputarles responsabilidad como autores de delitos imprudentes. También se ponderará si en las sentencias se les hizo una injusta atribución de responsabilidad objetiva. En el trabajo se analizará si los directivos condenados poseían una posición de garante de los bienes jurídicos afectados, en que consiste esa posición, las fuentes que la fundamentan y sus límites, o si bien, si sus imprudencias corresponden a una negligente infracción a su deber de cuidado y como este deber presenta similitudes y analogías con la obligación de garante.