Uso de antibióticos de segunda línea en pacientes hospitalizados en sala de un hospital universitario de alta complejidad

Abstract

Antecedentes: La resistencia a los antibióticos se ha convertido en un problema de salud pública mundial, debido a la propagación de genes que otorgan resistencia hacia los antibióticos más usados, disminuyendo las alternativas terapéuticas disponibles para tratar infecciones causadas por bacterias. Debido a esto es necesario conocer cómo están siendo usados los antibióticos reservados para tratar infecciones por patógenos multi-resistentes. Objetivo: Determinar patrones de uso de antibióticos de segunda línea de tratamiento en un hospital universitario de alta complejidad. Método: El estudio realizado fue observacional retrospectivo en pacientes hospitalizados en sala que recibieron un antibiótico de segunda línea (estos son vancomicina, pipieracilina asociada a tazobactam, meropenem, ertapenem, imipenem y linezolid) durante su estadía en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, en un período de tres meses. El patrón de uso se caracterizó con el tipo de pacientes que recibieron estos antibióticos, tasas de resistencias, días de uso de u antibiótico, entre otras variables del paciente y la indicación. Los datos fueron analizados mediante estadística descriptiva. Resultados: Los pacientes incluidos fueron 179, quienes tuvieron una edad promedio de 62,1 ± 18,5 años, con 3,6 ± 2,3 comorbilidades en promedio. Estos pacientes tuvieron indicación de 343 antibióticos de segunda línea en total. Vancomicina y piperacilina asociada a tazobactam fueron los antibióticos más indicados (136 y 110 indicaciones, respectivamente). Exceptuando linezolid, el principal uso de los antibióticos de segunda línea fue en tratamientos empíricos. La Unidad Hemato-Oncológica tuvo las terapias empíricas más prolongadas (12,3 ± 1,6 y 10,3 ± 4,9 días de duración de terapias con vancomicina y piperacilina asociada a tazobactam, respectivamente). Conclusiones: Se determinó el patrón de uso de los antibióticos de segunda línea, el cual mostró tratamientos empíricos extendidos por más del tiempo recomendado en las guías clínica. Además, es necesario realizar estudios futuros con muestras de mayor tamaño para evidenciar patrones de uso en indicaciones poco frecuentes

Background: Resistance to antibiotics has become a global public health problem, due to the propagation of genes that give resistance to the most used antibiotics, decreasing the therapeutic alternatives available to treat infections caused by bacteria. Because of this, it is necessary to know how antibiotics are being used to treat infections caused by multi-resistant pathogens. Objective: To determine patterns of use of antibiotics of the second line of treatment in a high complexity university hospital. Method: The study design was retrospective observational, conducted in patients hospitalized in the ward who received a second line antibiotic (these are vancomycin, pipieracillin associated with tazobactam, meropenem, ertapenem, imipenem and linezolid) during their stay in the Clinical Hospital of the University of Chile, in a period of three months. The pattern of use was characterized by the type of patients who received these antibiotics, resistance rates, days of antibiotic use, among other variables of the patient and the indication. The data were analyzed by descriptive statistics. Results: The patients included were 179, who had a mean age of 62.1 ± 18.5 years, with 3.6 ± 2.3 comorbidities. These patients had an indication of 343 second-line antibiotics in total. Vancomycin and piperacillin associated with tazobactam were the most indicated antibiotics (136 and 110 indications, respectively). Except for linezolid, the main use of second-line antibiotics was in empirical treatments. The Hemato-Oncological Unit had the longest empirical therapies (12.3 ± 1.6 and 10.3 ± 4.9 days duration of vancomycin therapy and piperacillin associated with tazobactam, respectively). Conclusions: The pattern of use of second line antibiotics was determined, and it showed empirical treatments extended for more than the time recommended in the clinical guidelines. In addition, it is necessary to perform future studies with larger samples to show patterns of use in infrequent indications