Hacia un postnatal paternal intransferible

Abstract

En los últimos años, se ha vuelto a discutir sobre la importancia de los primeros momentos de vida en el posterior desarrollo cognitivo y conductual de los niños.

El desarrollo del cerebro se produce por medio de la interacción de complejas redes

neuronales que se van formando a través de la experiencia y el entorno (Shonkoff,

2012). En los primeros años de vida se producen a una velocidad y complejidad que

no se vuelve a repetir (Britto, 2017). De aquí la importancia de estudiar políticas

públicas que permiten a padres y a madres contar con el tiempo necesario para criar

y estar presentes en el desarrollo temprano de sus hijos. Entre estas políticas, se

encuentran las licencias parentales para madres y padres.

En la actual legislación (Ley Nº20.545, 2011), las madres cuentan con doce semanas de postnatal maternal y una licencia parental por doce semanas más, si escogen

a jornada completa o dieciocho semanas si es a media jornada. No así los padres,

quienes pueden acceder a un permiso paternal pagado de cinco días en caso de nacimiento de un hijo, el que podrían utilizar a su elección desde el momento del parto

en días corridos, o distribuirlos dentro del primer mes desde la fecha del nacimiento.

Adicionalmente, se les permite a las madres compartir el postnatal parental con el

padre, pudiendo traspasar un máximo de seis o doce semanas, dependiendo de si se

tomó la opción de jornada completa o parcial.

Desde su implementación en 2011, solo el 0,22 % de las madres ha traspasado el

posnatal parental al padre. Esta cifra, refleja que la política de traspaso de la licencia

postnatal no tuvo los efectos esperados; permitir que padres que trabajan dediquen

más tiempo a sus hijos en edad temprana a tiempo completo.

No obstante, en la literatura se ha demostrado que la presencia e involucramiento del

padre en la crianza de los niños tiene efectos positivos en el desarrollo futuro de ellos.

En Sarkadi et al (2008), se indica que reduce la frecuencia de problemas conductuales

en los niños y posteriores problemas psicológicos en mujeres jóvenes. En Petts et al

(2020), se analiza la relación entre las licencias de postnatal paternal y la percepción

de los niños sobre la relación con sus padres nueve años después, encontrando que dos

semanas o más de licencia paternal se asocia positivamente con una mejor percepción

de los niños del involucramiento de sus padres en su desarrollo, la cercanía con ellos y

la comunicación padre e hijo. Esto sugiere que mejorar las oportunidades de licencia

paternal ayuda a las familias a tener mejores relaciones padre e hijo. Asimismo, en

Nepomnyaschy y Waldfogel (2007), se demuestra que los padres que toman licencia

paternal, se involucran mucho más en actividades del cuidado de sus hijos nueve

meses después. Otros estudios han evidenciado que los padres contribuyen de forma

distinta que las madres en la educación de los hijos, como a través de los juegos

(Grossmann et al, 2002).

En este sentido, es interesante estudiar si un postnatal paternal exclusivo permitiría

que los padres chilenos que trabajan pasen más tiempo con sus hijos en edad temprana, para que se involucren en su crianza y desarrollo. Por esto, el objetivo de este

trabajo es aportar al diseño de eventuales modificaciones al postnatal que vayan en la

dirección de aumentar la corresponsabilidad parental, a través de un posnatal único

y pagado para los padres. Para esto, se expondrán las mejores prácticas de países

que han implementado políticas de postnatal exclusiva para padres, por medio de un

análisis de las mejores prácticas internacionales.

El presente documento se compone de cinco secciones, comenzando por la presente

introducción. En la segunda parte se describen las implicancias de no contar con un

postnatal exclusivos para padres y se lleva a cabo el desarrollo del problema con

herramientas de teoría de juegos para caracterizar el comportamiento de los agentes

involucrados. En la tercera sección se presenta la metodología a emplear y en la

cuarta se exponen las mejores prácticas de los países escogidos, para luego finalizar

con las conclusiones y extensiones del trabajo.