Coordinación administrativa ambiental: análisis de interacciones en la subprogramación de fiscalización y en requerimientos de ingreso al SEIA

Abstract

El Derecho administrativo, se construye en base a un proceso de relaciones bilaterales entre la parte general y la parte especial de la disciplina. Así, la primera requiere que se le suministre de material procedente de la segunda, de manera de continuar desarrollándose y, al mismo tiempo, la parte especial constituye una oportunidad para someter a prueba aquellas partes de la teoría general que se van obteniendo. Esta dinámica se ha reconocido de particular interés en el Derecho ambiental1. Esta reflexión resulta plenamente aplicable cuando analizamos los fenómenos de coordinación administrativa que se manifiestan en esta rama del Derecho. En efecto, la diversidad de materias que ella regula, ha requerido de una constante especialización de los órganos que se vinculan con su desarrollo y resguardo. En este sentido, la protección del medio ambiente se suele encargar a una multiplicidad de órganos con naturalezas jurídicas diversas, pero cuyo fin debe apuntar a la eficacia de la normativa ambiental2. Bajo ese entendido, el funcionamiento coordinado de dichos órganos es una cuestión fundamental, ya que estos no pueden funcionar como compartimentos estancos