Rol del Estado en la precarización dentro de recintos penitenciarios

Abstract

En la actualidad, Chile atraviesa un complejo escenario carcelario. Al colapso, el hacinamiento y los problemas de infraestructura se suma el creciente fenómeno del crimen organizado, lo que ha tomado por sorpresa a un sistema que no se encuentra preparado para el aumento de la población penal y para nuevos tipos de delitos. Los secuestros extorsivos y el sicariato han sido la novedad criminal del último tiempo, acaparando los noticieros y desplegando a las policías a un nivel que no habían experimentado con anterioridad. Pese al aumento de ciertos delitos en el país, y como se debería suponer, las condiciones carcelarias no mejoran, y actualmente existe una sobrepoblación que alcanza un 142% a nivel nacional. Este colapso del sistema penitenciario se ha visto agravado por un endurecimiento de la legislación penal, que ha incrementado la prisión preventiva y generado una estadía más prolongada de los reos en las cárceles. Además, el aumento de delitos graves y la presencia de extranjeros privados de libertad han contribuido al desborde del sistema. El temor social es instrumentalizado por actores políticos para ganar legitimidad y votos en lo que serán las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias, muchas veces a costa de los derechos fundamentales y de la eficacia real de las políticas públicas en seguridad. El testimonio de personas que han estado privadas de libertad junto a profesionales del área permite conocer lo esquiva que es la sociedad chilena y las nulas o poco eficientes políticas públicas que encarcelan en todas las perspectivas posibles al privado de libertad y a su familia.