Abstract | dc.description.abstract | Recientemente se han dado a conocer cifras preocupantes respecto al aumento que estarían
teniendo los embarazos adolescentes y las consecuencias negativas que esto acarrea a
las jóvenes, entre las cuales podemos señalar el aborto, la deserción escolar, e incluso en
estos últimos días hemos sido testigos de la conmoción nacional al presenciar por televisión,
la venta de bebés por internet antes de que nazcan.
Pero yendo al tema específico de la deserción escolar, se ha constituido en una de las
causas actuales de generación de pobreza tanto de las madres como de sus hijos y por
lo tanto es importante que se desarrollen políticas públicas para abordar el problema.
El 38.5% de las mujeres entre 15 y 17 años que realizan quehaceres para el propio hogar
en Chile son madres, según la Encuesta Nacional de Actividades de Niños y Adolescentes.
Si se analizan los últimos dos censos de población en el país, se observa que a pesar de
la caída de la tasa de fecundidad, en las adolescentes sigue en aumento, especialmente
entre quienes tienen entre 15 y 19 años. El número promedio de hijos por mujer descendió
de un 2.39 en 1992, a un 2.26 en 2002. Sin embargo, entre las más jóvenes, este índice
aumentó de 0.15 a 0.20. (INE, 1992-2002).
De esta manera, mientras las jóvenes de 20 a 24 años disminuyeron su fecundidad entre
1980 y 1998 de 162 a 110 nacidos vivos por cada mil mujeres de esa edad, las madres de
15 a 19 años aumentaron su fecundidad de 69,7 a 70,2 nacidos vivos.
Si bien en las menores de 15 años la tasa de fecundidad asume valores menores o poco
significativos, también se observa una permanente tendencia hacia el incremento en los
últimos años, pasando de 1,6% en 1980 a 2,2% en 1998 (INE, 2000), y es precisamente
este segmento al que se le considera en mayor riesgo. De esta manera, en términos relativos,
el volumen de madres menores de 20 años es cada vez mayor.
Estudios realizados por INE durante el año 2003, indican que la condición de madre soltera
de la mayoría de estas adolescentes agrava aún más el problema (90.3%). Los padres de
sus hijos tienen, muchas veces, su misma edad (26.1%) o son adultos jóvenes, entre 20 y
24 años (50.6%). Una parte importante de ellos no asume su responsabilidad paterna,
provocando una situación de abandono afectivo, económico y social en la madre y
el niño.
La situación antes descrita se debe, principalmente, a problemas culturales de la sociedad
chilena. Existe en diversos grupos la arraigada creencia que determina que los adolescentes
hombres no son responsables de los embarazos ni de la crianza de los hijos, y ellos son
educados según esta perspectiva. Contribuye a esta situación la discriminación originada
en patrones históricamente machistas de la sociedad, según los cuales al hombre le compete
la responsabilidad de proveer los ingresos de la familia, mientras que la mujer asume la de
criar a los hijos.
Por estos factores, la invisibilidad de la paternidad juvenil, bajo la cual se ocultan enormes
desigualdades de género todavía vigentes, constituye un problema con diversas aristas,
cuyo abordaje debería quedar en especialistas en materia de salud reproductiva, ya que
detrás de él se esconden vidas humanas. | |