| Abstract | dc.description.abstract | EL ROSTRO CINEMATOGRÁFICO es una investigación teórica que tiene por objeto poner en el centro a la edificación del rostro, entendido como la cristalización de la figura humana y problema privilegiado en lo cinematográfico, ya que éste en la medida que gobierna el primer plano logra desprenderse del contexto narrativo desbordando los límites funcionales dentro de la temporalidad del filme, ponderándose principalmente como una construcción visual significante. Esto ya fue analizado por Gilles Deleuze en una de sus dimensiones, al establecer las relaciones entre rostro, primer plano y afección. No obstante, no ingresó en cómo las formas de construcción de esos rostros generaban más lecturas que sobrepasaban la afección, sin lugar a duda tampoco era su intención entrar en ello, y cómo esos rostros pueden configurar una línea de lectura y organización del devenir del cine. Al considerar la construcción del rostro un problema privilegiado dentro de lo cinematográfico debe repensar, a su vez, las transformaciones y conceptos que la imagen técnica digital ha generado y suscitado desde su emergencia, en tanto anulación del tiempo y espacio visual cinematográfico como reconfiguración de lo visible. Esto configurará la primera parte de la investigación, donde trabajaremos principalmente los conceptos de apariencia en Georg W. F. Hegel y Friedrich Nietzsche, de simulacro significante en Victor I. Soichita, para denominar un nuevo estatus de la imagen cinematográfica, que nombramos imagen-simulacro. Y como dichos conceptos nos proponen nuevas consideraciones de lo humano en lo cinematográfico, en las figuras del espectro como artefacto y de sombra como lo otro. El concepto de artefacto nos lanzará a considerar la desjerarquización entre objeto y lo humano en el sistema de representación cinematográfico, mientras lo otro desarticulará las pretensiones de garantía de la experiencia del sujeto en lo cinematográfico. Para entender la recuperación de la figuración de lo humano como el ingreso del simulacro de lo humano camuflado por la propia simulación cinematográfica.
Esta condición de simulacro nos posibilitará entender al rostro como objeto y signo en la segunda parte de la investigación, que en sus formas de edificación, en su ensayo y ejercitación configuran líneas de lecturas y organización del devenir del cine, que se trazan horizontalmente por los tres estados de lo cinematográfico, la imagen-movimiento, la imagen-tiempo y la imagen-simulacro. Para ello consideramos tres categorías posibles (sin que ello sea restrictivo para nuevos análisis) que se estructuran a través de la organización de los micro-movimientos del rostro, estas serán la mímesis del gesto, la exacerbación del gesto y la ausencia del gesto. Dentro de ellas se problematiza una serie de aspectos particulares que suscitarán los filmes investigados que establecen matices, crisis y reconfiguraciones, a su vez, recuperando la operación deleuzeana al trabajar el plano afección con el gesto pictórico, nosotros abrimos esto al desarrollo de las artes visuales, con todas las precauciones necesarias, como una forma de amplitud referencial y reflexiva. | |