Abarcando todos los criterios, ciencias y creencias, el “azar” ha estado en algún momento presente. Desde tiempos inmemoriables, el hombre ha experimentado, creyendo en sí mismo y creando cosas que aparecen sin ser pensadas con anticipación. Al pasar las épocas todo empezó a ser mas racionalizado, pero a pesar de la potencial intelectualidad del hombre seguimos sujetos a ciertos conceptos que no necesitan ni requieren ser pensados, es como la suerte, que es solo un conjunto de hechos fortuitos que le suceden a una persona en una determinada situación.