Abstract | dc.description.abstract | Los inicios del siglo XX, en términos de imagen, se caracterizan por el nacimiento de la cultura mediática. La influencia que ejercen los medios de comunicación en la constitución de imaginarios y representaciones sociales, en la construcción simbólica del mundo y su influencia en nuestra estructuración como sujetos/as, ha derivado en la formulación de cuestionamientos que abordan la imagen como discurso; problematizando cuerpo, género e identidad como un entramado cultural. Trabajos realizados desde las humanidades, las ciencias sociales, análisis del discurso, el psicoanálisis y los estudios culturales, han contribuido con valiosos aportes. Así destacan autores/as como Michel Foucault, Simone de Beauvoir, Julia Kristeva, Judith Butler, Pierre Bourdieu, Roger Chartier y estudiosos/as de las representaciones como Jacques Lacan, Luce Irigaray, Linda Nead, Naomi Wolf y Thomas Lacqueur, quienes han esbozado valiosas proposiciones sobre el cuerpo como territorio donde se conjugan múltiples discursos. Sus acercamientos posibilitaron entender que la fuerza normalizadora y disciplinaria del lenguaje nos haría parte de un mundo simbólicamente estructurado, donde cada sujeto/a está auto-contenido/a en un entramado cultural, como construcción de ese mismo discurso. La dicotomía hombre/mujer no pertenecería entonces al reflejo de una realidad “natural”, sino al resultado de una producción histórica y cultural. El sujeto/a social sería producido/a por y a través de las representaciones simbólicas. En estos términos, la explosión de imágenes que promuevan un modelo de género desde comienzos de siglo no es un dato anecdótico, sino que resulta parte fundamental en la incorporación de aquellos símbolos. Naomi Wolf señalaría que “la frenética acumulación de imágenes es una alucinación colectiva reaccionaria, engendrada tanto por hombres como por mujeres aturdidas y desorientadas por la rapidez con que se han transformado las relaciones entre ambos sexos”. Desde esta premisa la presente investigación ahonda en el cómo develar de manera crítica las múltiples relaciones entre imágenes y el sistema sexo/género ; a partir de un diálogo interdisciplinario que considera indispensable la de-construcción de estas visualidades para descifrar el discurso implícito. La explosión de un arquetipo de mujer sensual, íntimamente relacionado con anuncios y artículos de consumo, detonado gracias a la reproducción litográfica y masificado posteriormente por la publicidad, el cine, la industria de la moda y la belleza, comienza a instalar progresiva y sostenidamente un icono de feminidad. Este prototipo de femme fatale resulta ser el vínculo donde estrecharon lazos definitivamente el cuerpo femenino, la industria de masas y los objetos cotidianos de consumo; desde los inicio de los medias , su presencia fue explotada en las páginas de los magazines para hombres en USA y se introdujo en el Cono Sur gracias al impulso de la prensa escrita, la publicidad y la aparición de las historietas gráficas. | es_CL |