Criminales y cómplices: práctica criminal, redes sociales y reproducción de la marginalidad en Santiago, Valparaíso y Buenos Aires, 1890-1910
Professor Advisor
dc.contributor.advisor
Cáceres Muñoz, Juan
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Author
dc.contributor.author
Ayala Cordero, Ignacio
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Staff editor
dc.contributor.editor
Facultad de Filosofía y Humanidades
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Staff editor
dc.contributor.editor
Escuela de Postgrado
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Staff editor
dc.contributor.editor
Departamento de Ciencias Históricas
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Admission date
dc.date.accessioned
2012-09-12T18:50:36Z
Available date
dc.date.available
2012-09-12T18:50:36Z
Publication date
dc.date.issued
2010
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Identifier
dc.identifier.uri
https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/108639
General note
dc.description
Tesis para optar al grado de Magíster en Historia mención América Latina
Abstract
dc.description.abstract
Esta investigación se plantea con la finalidad de analizar las dinámicas organizativas entre los criminales contra la propiedad privada, y su interacción con los grupos sociales marginales, planteando para ello como punto de observación los robos, hurtos y salteos perpetrados por aquellos, en el contexto de modernización capitalista que caracterizaría las últimas décadas del siglo XIX e inicios del siglo XX, en las principales ciudades de Chile y Argentina. Esta problematización incluye tres variables a desarrollar: la criminalidad como práctica, su extensión social hacia los grupos marginales constituyendo un circuito económico informal, y el contexto de modernización capitalista, no sólo como escenario, sino también como ámbito de conflicto en torno al trabajo asalariado y la proletarización, como forma de disciplinamiento popular. El proceso de modernización capitalista, que caracterizaría las economías latinoamericanas durante las últimas décadas del siglo diecinueve e inicios del siglo pasado, corresponde a su incorporación a la “unificación del mundo” sobre criterios capitalistas, desde su calidad de economías periféricas y dependientes de los mercados internacionales. Para las elites y grupos oligárquicos locales, como también para las grandes casas comerciales con capitales extranjeros y sus consignatarios instalados en los principales puertos de la región, este proceso significaría una nueva etapa de acumulación. En el caso de los sectores populares, la modernización capitalista no implicaba siquiera la estabilidad laboral, sino que impulsaba el disciplinamiento según las directrices de la “ética del trabajo”, que se refiere a la necesidad de trabajar para conseguir el sustento, a lo indecoroso de no hacerlo, a lo injusto de subvencionar a aquellos que teniendo la capacidad de trabajar no lo hagan y, por último, sancionando positivamente sólo el trabajo asalariado.