Abstract | dc.description.abstract | Los nombres de Sartre atraviesan la Filosofía para observarla. Contemplan desde la cultura y la reflexión el panorama del hombre. Pronuncian la voz de cada escondrijo de él. Pronuncian la voz del crepitar de sus cantares. Van atisbando sus recovecos más ocultos. Van semejando la semblanza del nombre. En la simulación se detienen para auscultar. Auscultar la semblanza de la simulación o la mala fe. Auscultar el ocultar de la inquietud. Desentrañar la madeja resultante del ocultamiento de la angustia. El intento de no vivir en el desasosiego. La máscara que quiere aplacar el peso de la libertad. Pues ante todo el hombre es responsable ante sí mismo de su modo de ser. Esa relación con el ser que es su proyecto primario y originario pende en sus hombros con la responsabilidad de su ser. Ese ser libertad que el propio Sartre tantas veces se encarga de anunciar. Y de maneras tan diversas y en géneros distintos. Desde el teatro pasando por la novela y en la Filosofía. Por eso que esos diversos rostros nos muestran a un hombre, a un solo hombre y a todos los hombres, en su singularidad absoluta. Ese trazo de camino que es el Ser y la Nada se agota con la muerte de un hombre. Sartre parece indicar esa ontología del hombre que es la libertad como punto medular de su pensar. Señala incluso esa condena a ser libre. Indica los modos en que esta libertad pretende ocultarse. De ahí ese desasosiego constante que es la vida de un hombre. El rostro de Sartre pareciera tener esa angustia de la libertad, y es así, pero no es todo así. Pues también está el rostro bifronte de esa angustia de la libertad, y es la creación y la vida como creación. No entender la unidad de esta misma moneda es dejar coja la Filosofía de Sartre. Pues también en Sartre está presente el goce de la creación, la intensificación de la vida a través de ésta, el hombre como deseo que se juega en cada elección de sus proyectos. En cada elección de sí mismo ante el mundo. Y en cada proyecto de sí como sentido dado a su vida. Por ello que es muy importante comprender que la Filosofía de Sartre parte de un absurdo radical, y de un sin sentido originario de la existencia, de un sin fundamento de la libertad, y de una contingencia originaria del ser. Y desde ahí transita hacia sus libres proyectos. Desde ahí parte iluminando el mundo con sus posibilidades. Llegando a la vida como gratuidad y juego. Arriba a ello. A la gratuidad de su existencia en el juego de sus creaciones. Teniendo esto medularmente presente podremos entender a la Filosofía de Sartre en toda su basta amplitud. Sólo así podremos llegar a hacer una lectura comprensiva de su filosofía de la existencia, de su ontología del hombre, de su fenomenología de la libertad, y de su filosofía del arrojo y el abandono y la creación. | es_CL |