Abstract | dc.description.abstract | El modelo de negocio que presentamos, constituye una mezcla de innovación y protección del medioambiente, anticipándonos a normas jurídicas, como las que ya existen en Europa, que reglamentan la forma de eliminar residuos de la actividad lechera, que genera, entre otros, purines y excrementos, que pueden, por su volumen, constituir un serio problema a la empresa que los produce y al medioambiente.
La idea de un biodigestor asociado a planteles lecheros, persigue dar solución a varias necesidades.
La gestión de desprenderse de tales residuos, ya que es sabido que aún asumiendo los problemas que genera la aplicación directa de éstos en la tierra, llega un punto de saturación, en que la producción de dichos terrenos decrece, y una errada manipulación contamina causes acuíferos superficiales y subterráneos.
Los planteles lecheros trabajan ordinariamente a dos y tres turnos de ordeña, por lo que, en período de invierno, al consumir energía en horario de punta, se ven castigados con una mayor tarifa. La utilización de biodigestores, produce gas que se transforma en energía eléctrica, que excede los requerimientos del propio plantel (cada animal genera el 9% de su peso diariamente en residuos). Así, los residuos al ser procesados permiten la generación de gas, con el que se puede accionar un generador de energía eléctrica y calórica, y obtiene como subproducto humus.
La creación de valor de este modelo de negocios tiene un doble origen: a) desde un punto de vista de la empresa lechera, la hace medioambientalmente sustentable, lo que se traduce en definitiva en asegurar su permanencia como factor productivo; y, b) desde el punto de vista de los productos, la energía renovable resultante de los biodigestores, tiene subsidios y políticas estatales que lo incentivan, y que facilitan su incorporación al sistema interconectado central; y el humus obtenido tiene alta demanda entre los agricultores.
Hasta el momento, existen asesores en biodigestión y empresas que proveen biodigestores. En ambos negocios no ha existido un buen resultado, debido a que la gestión de un biodigestor requiere capacidades especiales. La mezcla adecuada de residuos y agua, la temperatura a la que se mantiene, que para ser eficiente debe ser entre 30ºC y 45ºC, y el manejo estricto del pH, hace que los biodigestores requieran de una gestión calificada, que para un solo plantel lechero resulta difícil. Por lo anterior, en Chile sólo existe una experiencia, que es el biodigestor asociado al plantel lechero del Liceo Agrícola de Negrete, que corresponde a una donación alemana, que los donatarios no pudieron gestionar por cuenta propia, por lo que esta planta es monitoreada desde Alemania, a través de un moderno sistema de Visualización y Proceso de Mando que permite en la etapa de operación, vía modem, el control del proceso biológico. http://www.sepade.cl/proyectos/biodigestor.php
Nuestro modelo de negocio entrega una oferta global, en que se gestiona el financiamiento de la inversión, se gestiona el biodigestor y el manejo de los productos generados.
La oportunidad de negocio se presenta por la mayor conciencia medioambiental, tanto de gobiernos, consumidores y empresarios. Además, en Chile no existe aún una normativa para los residuos sólidos de lecherías, como si existe para los residuos líquidos. Por último, no existe en el mercado una empresa que otorgue el servicio integral descrito.
El tratamiento gubernamental para sistemas de producción limpia y emprendimientos de energías renovables, junto a las crecientes restricciones y fiscalizaciones de actividades que pongan en riesgo el medioambiente, es el detonante que genera la oportunidad de negocio. Por otro lado, la mayor eficiencia adquirida por la actividad lechera, que concentra unidades en espacios reducidos, produce grandes volúmenes de residuos que deben ser manejados, y que pueden poner en riesgo un negocio que, con el incremento de los precios de la leche a nivel nacional e internacional, justifica la demanda del modelo de negocio ofrecido.
La ley de bases del medioambiente (Ley Nº19.300), somete a los planteles lecheros, a lo menos, a declaraciones de impacto ambiental, por lo que, aunque no exista actualmente reglamentación específica respecto de cómo gestionar los residuos de dichos planteles, sí existen los parámetros generales de cuidado del medio ambiente que deberían cumplir los planteles lecheros. La CORFO, en Junio del año 2001, elaboró la denominada “Guía de Manejo y Buenas Prácticas para el Sector Lechero de la Zona Central” (ver Anexo 1). Como su nombre lo indica,
son proposiciones y no normas coercitivas, pero tal como ha sucedido en otros casos con incidencia medioambiental, y siguiendo la legislación europea, no cabe duda que pronto se transformará en legislación chilena.
La magnitud de este modelo de negocio, en comparación al giro principal de la lechería es menor, por lo que si se entrega un servicio eficiente, el empresario lechero debiera preferir externalizar esta función.
La empresa que se creará tendrá una alianza estratégica con Agrícola Fal Limitada, dueña de uno de los mayores planteles lecheros de la Sexta Región y que es dirigida por José López Francés, con más de 10 años en la industria, y que tiene un vasto conocimiento de los problemas que genera la gestión de los residuos líquidos y sólidos de planteles lecheros. Por otra parte, es esencial para la promoción de este modelo de negocio, el poder mostrar en terreno y en un plantel de importancia, el funcionamiento del Biodigestor, por lo que no solo existe la oportunidad de negocio, sino que están disponibles los recursos y las capacidades para su funcionamiento de forma rentable. | en_US |