Sin lugar a dudas, la creciente preocupación por la eficiencia de los mercados1, tanto en el ámbito
académico como entre profesionales y autoridades reguladoras, viene motivada por los múltiples
escándalos financieros en las últimas décadas2 y se ha enfocado en cómo fortalecer este aspecto
vía el mejoramiento de la transparencia de la información divulgada por las empresas.
Particularmente, las autoridades reguladoras han tomado conciencia acerca del rol que cumple la
información financiera y han promulgado una serie de reformas a los sistemas financieros,
incluyendo aquellas relacionadas con el gobierno corporativo, las normativas contables y el papel
que cumple la función de auditoría (Klapper y Love, 2004; Kothari et al., 2010; Baxter y Cotter,
2009).
Casos como el de Worldcom (2002) y Enron (2001) en el contexto norteamericano y La Polar
(2011) para el caso chileno han generado grandes pérdidas para accionistas y acreedores. Cabe
señalar, que ex –ante al caso La Polar, Chile no había presentado mayores problemas relacionados
con un engaño sistemático al mercado a través de información contable. Otros escándalos, como
el de Enron, han traído consigo la promulgación de leyes como la Sarbanes-Oxley3, la cual
introdujo muchos cambios a la regulación y prácticas financieras, así como al gobierno
corporativo, lo que ha ayudado a disminuir el manejo arbitrario de los estados financieros respecto
a los ingresos de las firmas (Cohen, Dey & Lys 2008).
No cabe duda que la transparencia de los estados financieros es crucial, especialmente dado que
en los últimos años el mercado Chileno ha crecido de forma sostenible. Según el Reporte de
competitividad global del Foro Económico Mundial 2013-2014, Chile está en el lugar 20 de 148
países respecto al Desarrollo del Mercado Financiero y tiene el puesto 8 respecto al tamaño total
de las firmas nacionales en bolsa (capitalización bursátil) como porcentaje del PIB (117,67%)
para el año 2012 de la región, en ambos casos por sobre muchas economías desarrolladas, y con
PIB parecido por lo que es un tema relevante para estudiar en Chile, tomando en cuenta que la
literatura es relativamente nueva (1990 en adelante) y que en la región y el país existen muy pocas
investigaciones al respecto.