La publicación entrega datos sobre el trabajo realizado por el
Centro de Estudios de Zonas Áridas de la Facultad de Ciencias
Agronómicas de la Universidad de Chile, para la instalación de
especies que sean resistentes a la sequía, la salinidad, las altas y
bajas temperaturas y un uso eficiente del agua. En esta estrategia se
enmarca la promoción desde mediados del siglo pasado del uso de
arbustos forrajeros y la puesta a punto para el cultivo de jojoba,
para luego seguir con la higuera, el granado y la alcaparra y más
recientemente la entrega de datos y antecedentes sobre otras
especies como la tuna, el amarillo, la pitahaya y la palma datilera.
"Frutales para zonas áridas y semiáridas" proporciona además
información referida al origen y distribución geográficas, el valor
nutritivo, propiedades, salinidad, el uso eficiente del agua, los
requerimientos climáticos, suelos de cultivo y manejo de
postcosecha, entre otras.