Esta tesis se divide en tres capítulos que abordan cuatro de mis obras realizadas entre el
año 2002 y el 2006. Las he seleccionado observando el peculiar uso de los materiales que las
posibilitan y, por otra parte, la continuidad (y discontinuidad) así como coherencia entre ellas. En
el primer capítulo desarrollo brevemente la noción de vacío e ilusión, y la noción heideggeriana de
“cosidad”, así como sus respectivas implicancias en mi obra Agujero Negro (2002). En el segundo
capítulo intento esclarecer la supuesta correlación entre artificio, ironía, y efecto, empleando
como ejemplo de análisis dos de mis obras que utilizan luz eléctrica como material protagónico:
Edén (2004) y Cielo Falso (2004). Por último, en el tercer capítulo expongo la relación entre la
condición cinética de mi obra El Patria (2006) y el efecto ilusionista generado por su mecanismo.
Los cuatro trabajos, si bien presentan marcadas diferencias formales, apuntan en una misma
dirección: reivindicar la materialidad como argumento capital del arte y, a partir de ella, generar
objetos que, contradictoriamente, intentan provocar el efecto espacial de vaciamiento (vacío).
Por medio de una operación tan simple como perforar repetidas veces un muro (Agujero
Negro), o técnicamente más compleja como interrumpir el normal funcionamiento de lámparas
eléctricas (Edén y Cielo Falso) y hacer girar una cuerda azotándola contra el muro y el suelo
(El Patria), reclamo de la práctica artística su valor técnico-creativo, su poder transgresor, y su
función contemplativa. Se trata, en definitiva, de pensar el arte como un efecto concreto aunque
ininteligible, y al alcance de cualquiera espectador partícipe.