Abstract | dc.description.abstract | Los cambios gestados en el entorno económico internacional, tales como la liberalización
de los mercados y los crecientes avances tecnológicos, han intensificado lo que los
teóricos llaman, la “globalización de la producción”, en otras palabras la fragmentación de
la producción internacional (UNIDO, 2004).
Ante dicho panorama, las firmas se enfrentan a una intensa competencia que implica el
desarrollo de estrategias para mantener y mejorar constantemente su competitividad
internacional. Para Gereffi et al (2005), esto ha llevado a las compañías multinacionales
(MNEs) a redefinir sus competencias básicas, enfocándose en los procesos de
innovación, especialmente en los segmentos de alto valor agregado dentro de sus
cadenas de producción. Asimismo, a reducir su propiedad sobre funciones no básicas
como servicios genéricos o producción en masa, a través de una mayor confianza en
socios externos, en diversas ubicaciones geográficas (UNCTAD, 2001).
La existencia de redes transfronterizas de producción, podría constituir una fuente de
beneficios positivos para los países en desarrollo, especialmente aquellos que dependen
de forma importante de la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED), dada la
posibilidad de que las empresas locales se vinculen a las cadenas globales de producción
de las MNEs y, a la oportunidad de beneficiarse de derrames tecnológicos, siendo esto
último un dinamizador importante del desarrollo económico.
Dichos beneficios serán solo posibles sin embargo, cuando se establezcan políticas que
tomen en cuenta las dinámicas de producción internacional. Como lo señaló la UNCTAD
en el World Investment Report del 2001, ya no es suficiente simplemente con abrir la
economía, hay una necesidad imperante de configurar políticas de desarrollo que mejoren
las ventajas competitivas de los países receptores. (UNCTAD, 2001).
En esta línea, diversas investigaciones se refieren al caso de Costa Rica, país que logró
una transformación productiva en las últimas décadas, fruto de la aplicación de una
agresiva estrategia de atracción de IED, de un régimen de incentivos fiscales atractivos
(Zonas Francas) y, de una extensa política de apertura comercial. (Paus & Gallagher,
2008, Monge, 2009; Bamber & Gereffi, 2013, Bullón & Moore, 2012, Flores, 2012)
Producto de lo anterior, hoy en día uno de los sectores productivos más dinámicos es el
sector de manufactura de dispositivos médicos. El grueso de las empresas de esta
industria se ubica en Zonas Francas, desde donde se producen bienes básicos hasta
productos de alta tecnología como lo son, las válvulas cardiacas biológicas, los implantes
estéticos, y los sistemas quirúrgicos. (CINDE, 2016). Las exportaciones del sector
alcanzaron los US$2.185,2 millones en el 2015 (una variación del 21% con respecto al
2014), además de representar en la actualidad un 4% del PIB. De su crecimiento se
desprenden importantes externalidades, especialmente en términos de generación de
empleo y mejores salarios (CINDE, 2016)
Pese a lo anterior, varios especialistas llaman la atención sobre los tímidos resultados en
términos de vinculaciones, entre las MNEs de alta y mediana tecnología y las empresas
locales, además de subrayar una heterogeneidad productiva y tecnológica entre ambos.
Los estudios demuestran que el nivel de encadenamientos productivos es aún muy bajo,
que no se están supliendo productos críticos para estas industrias y, que los principales
bienes suplidos pertenecen a sectores de bajo valor agregado, como el de empaque y
embalaje exterior. (Paus & Gallagher 2008, Monge, 2009; Bamber & Gereffi, 2013, Bullón
& Moore, 2012, Flores, 2012)
Esta tendencia refleja que el país ha carecido de una política productiva y científicotecnológica
articulada a la política comercial y de atracción de IED. Diversos estudios
señalan importantes fallas de coordinación, dada la carencia de un órgano público-privado
de alto nivel, que conduzca una Política Nacional Productiva con visión de largo plazo y
que incentive el desarrollo empresarial e innovador. Por esta razón en la actualidad no se
hace frente, de forma eficiente, a ciertas deficiencias del mercado tales como la inversión
sub-optima en innovación y desarrollo tecnológico del sector privado local, y a la escasez
de recursos financieros en el mercado, para fomentar la innovación y el emprendimiento.
(Paus & Gallager, 2008; Monge, 2013)
El objetivo de esta investigación es presentar evidencia cualitativa y empírica para
determinar si la atracción de empresas de mediana y alta tecnología, en especial la
industria de manufactura más dinámica dentro del régimen de Zonas Francas (RZF), la
industria de equipo y dispositivos médicos (DM), ha contribuido de forma sostenida a la
generación de encadenamientos productivos locales. Además, determinar cuáles factores podrían estarlos limitando. Se enfatizará en las características de esta industria, tales
como las estrategias productivas y los patrones de compra, lo que permitirá analizar si
estas afectan la capacidad de profundizar en la generación de encadenamientos
productivos locales. | CL |