Violencia en la escuela: Significados otorgados por profesores y profesoras a la violencia de género al interior de los establecimientos educacionales
Professor Advisor
dc.contributor.advisor
Azúa Ríos, Ximena
Author
dc.contributor.author
Vivar Cid, Haydée
Staff editor
dc.contributor.editor
Facultad de Ciencias Sociales
Staff editor
dc.contributor.editor
Departamento de Antropología
Staff editor
dc.contributor.editor
Centro Interdisciplinario de Estudios de Género
Admission date
dc.date.accessioned
2016-08-25T19:42:26Z
Available date
dc.date.available
2016-08-25T19:42:26Z
Publication date
dc.date.issued
2015
Identifier
dc.identifier.uri
https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/140257
General note
dc.description
Magíster en Estudios de Género y Cultura en América Latina, mención Ciencias Sociales
en_US
Abstract
dc.description.abstract
Siendo adolescente (mediados y fines de los ’90), me llamó la atención la autoridad que ejercían los hombres sobre las mujeres. En la mayoría de los espacios en que me desenvolvía, observaba que existía una desigualdad en la toma de decisiones de asuntos cotidianos, en donde el hombre mandaba y la mujer obedecía. Asimismo, siempre me cuestioné la injusticia de que las mujeres tuviéramos que andar con precaución y con miedo por las calles, sin poder (deber) salir solas de noche, cuidando la ropa que nos poníamos (que no fueran provocativas), la forma en que bailábamos, nos expresábamos y un sinnúmero de etcéteras.
En el camino a la adultez, y gracias a los estudios realizados, me fui acercando a las historias de luchas llevadas a cabo por mujeres, con el objetivo de irse abriendo caminos que antaño fueran consagrados de forma exclusiva a los hombres, para vindicarse dentro de una cultura que las había excluido de forma sistemática.
A pesar de los avances que indudablemente se han logrado, observo diariamente que aún subsisten discriminaciones y opresiones hacia las mujeres. Año a año, mujeres mueren a manos de sus parejas, miles son violadas y abusadas, miles sufren de enfermedades causadas por estereotipos representados por la televisión, y cada noche, (casi) todas caminan con miedo por las calles de pueblos y ciudades.
¿Por qué?
Por el hecho de ser mujeres.
Es por lo anterior que decido trabajar en el tema de la violencia hacia el género femenino. Creo que una investigación debe tener objetivos que vayan más allá del generar conocimiento. Para mí es fundamental que los estudios que se realicen por quienes tienen una consciencia real de esta violencia, deben trabajar éticamente para acabar con las iniquidades en cuestión Así, mi investigación permitirá reflexionar en torno a la idea de que las luchas de las mujeres por lograr la equidad de género aún no están ganadas; que no consiste solamente en igualar las cifras de ingreso a las escuelas, ni en tener un discurso inclusivo ocasionalmente, sino en llevar a cabo cambios reales que permitan la libertad consciente en las decisiones fundamentales que serán (o no) relevantes para sus vidas y que esas decisiones se construyan en un espacio libre de violencia y de discriminación