Abstract | dc.description.abstract | En 1981, en plena dictadura militar, se realiza una reforma a la educación del país que conlleva dos cambios estructurales que han marcado los últimos 34 del sistema escolar chileno. Por una parte, se introduce un aporte financiero parejo por estudiante (voucher) como sistema de financiamiento para colegios estatales y particulares subvencionados por el estado. La segunda, implicó el traspaso de los establecimientos públicos dependientes del Ministerio de Educación a las municipalidades, en un claro proceso de desconcentración administrativa y reducción de las responsabilidades directas desde el estado central. Este voucher se hizo de igual valor para ambos tipos de colegios. Posterior a la reforma, los colegios subvencionados han aumentado su matrícula en forma notable, lo que ha sido acompañado de una reducción en la matrícula y número de establecimientos municipales. Actualmente los colegios subvencionados tienen un 47% de la matrícula total, de los cuales aproximadamente dos tercios corresponde a establecimientos con fines de lucro, un 46% de los estudiantes asiste a colegios municipales y un 7% a colegios privados, que no reciben financiamiento estatal2.
Luego de más de treinta años de la reforma, la existencia de colegios subvencionados con fines de lucro ha sido fuertemente cuestionada, en particular por los movimientos sociales del país, incluyendo las organizaciones de estudiantes, a partir de las movilizaciones del año 2006 las cuales fueron sucedidas por las del año 2011, donde el término del lucro en la educación –la cual está solo prohibida entre las Universidades- fue uno de los principales requerimientos de las organizaciones de los estudiantes, petición que además fue respaldada por gran parte de la sociedad y luego expresada en la ley de inclusión aprobada en 2015.
En general el debate con respecto a la presencia del lucro en la educación subvencionada ha sido más bien ideológico, debido a la escasa evidencia empírica acerca del tema. La principal razón de esta escasez de investigación a nivel internacional es que es casi inexistente la presencia de establecimientos con fines de lucro que reciban financiamiento estatal en el sistema escolar. A pesar de ello, en este trabajo damos cuenta de los casos de Argentina, Estados Unidos y Suecia, algunos de los pocos sistemas escolares con este tipo de oferentes educacionales.
En el contexto nacional, la mayoría de las investigaciones sobre la calidad de los establecimientos no han hecho la diferencia entre colegios subvencionados con y sin fines de lucro y todos ellos son tratados como un solo tipo de establecimiento. En este trabajo los analizamos como dos tipos de establecimientos diferentes. A nivel nacional, los resultados de investigaciones previas que comparan el rendimiento de diferentes tipos de establecimientos, no es concluyente a favor de colegios municipales o subvencionados.3 Existen dos investigaciones previas, Chumacero y Paredes (2008) y Elacqua (2011), que diferencian entre colegios subvencionados con y sin fines de lucro, y ambas encuentran que los colegios subvencionados sin fines de lucro lo hacen mejor que los con fines de lucro y municipales.
Es por ello, que el objetivo principal de esta investigación es evaluar y comparar el logro académico de los colegios subvencionados con fines de lucro, subvencionados sin fines de lucro, colegios públicos y colegios privados que no reciben subvención.
Para lograrlo usaremos la base de datos del SIMCE (Sistema de Medición de la Calidad de la Educación) de cuarto básico de varios años para obtener el puntaje de los alumnos y variables de control. La clasificación de los establecimientos particulares subvencionados entre los con y sin fines de lucro lo haremos creando una base de datos que puede servir para futuras investigaciones.
En términos metodológicos, la principal dificultad para determinar la brecha de efectividad escolar de colegios con y sin fines de lucro radica en que las familias y los alumnos no están distribuidos aleatoriamente entre los diferentes tipos de establecimientos que existen en los barrios y comunas. Por lo que, mediante la técnica desarrollada por Bourguignon (2007), controlaremos el problema de sesgo de selección. Debido a que la elección del tipo de establecimiento a que asistirá el alumno es de tipo múltiple, el tradicional método de Heckman en dos etapas no aplicaba para esta investigación, ya que este método sólo aplica cuando la elección es de tipo binaria (dos alternativas de elección), y en nuestro caso los tipos de colegios son cuatro; asimismo, soluciones propuestas por otros investigadores basadas en Lee-Heckman (por ejemplo, McEwan, 2001), tampoco son adecuadas, pues asumen una efecto similar entre el sesgo de selección y los diferentes tipos de alternativas de elección escolar.
Este trabajo está organizado de la siguiente forma: la próxima sección describe el sistema escolar chileno y analiza la presencia de lucro en él; la sección tres presenta antecedentes previos relacionado con esta investigación, tanto provenientes de la literatura nacional e internacional; la cuarta sección explica la metodología de la investigación; la sección cinco hace referencia a los datos usados para las estimaciones; la sección seis presenta los resultados principales; y finalmente en la sección siete se muestran las conclusiones. | es_ES |